Díaz, nacido en 1960, es oriundo de La Cocha, Tucumán, pero se formó, fue ordenado sacerdote y sirvió en Catamarca, diócesis en la que se incardinó. En junio de este año fue preconizado obispo, y recibió la consagración episcopal el pasado jueves en la ciudad de Concepción.
Vemos su escudo episcopal. Con algunas correcciones gramaticales, transcribimos la explicación correspondiente.
«El campo azul representa el manto de María y el profundo amor a María que tienen los pueblos del sur de Tucumán.
La cruz de Ibatín ocupa el centro y atraviesa la historia de nuestros pueblos tucumanos, desde su fundación. La cruz es el signo de Jesucristo, nuestro Salvador, el centro de nuestra fe y la fuente de donde brota la misericordia de Dios que llena la tierra.
El anagrama de María Inmaculada, estrella de la evangelización, que siempre nos protege, ilumina y alienta con su presencia.
Las montañas, unidas a la cruz, representan la fuente de vida que recorre toda la provincia.
El verde de nuestros valles y cañaverales que siempre nos alegra y representa la esperanza de nuestros pueblos del sur tucumano.
Los ríos que riegan nuestros valles y que brotan de las montañas son un canto permanente, lleno de vida».
El lema episcopal es "La misericordia del Señor llena la tierra"». Según la crónica oficial, «la misericordia del Señor explica toda la obra creadora, redentora y santificadora de Dios a la largo de la historia de la salvación. La misericordia del Padre es el anuncio primordial de Jesucristo y debe serlo también de la Iglesia. Ser misericordiosos como el Padre es el programa de vida y el paradigma eclesial fundamental para los tiempos que corren. Es la Iglesia que inclina, como Dios, su corazón al desdichado para cubrirlo en su necesidad».
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