El medio digital Tupambaé publicó en agosto del año pasado una nota en la que el Rector del Seminario de la Diócesis de Posadas explicaba el nuevo escudo de dicha institución, «ideado por seminaristas y confeccionado por diseñadores gráficos del Instituto Montoya de Posadas».
Los diseñadores fueron Marcos Luft y Fabricio Michelli, quienes «tuvieron a su cargo la confección de este escudo que resume de alguna manera las dimensiones de la formación» mencionadas por San Juan Pablo II en la exhortación Pastores Dabo Vobis del 25 de marzo de 1992.
La formación integral de los sacerdotes, según el Papa, incluía cuatro dimensiones esenciales.
A partir de esas cuatro dimensiones se conforma un escudo cuartelado.
«En el escudo tenemos, una custodia con la Eucaristía, que sintetiza la formación en la dimensión espiritual, la necesidad de orar (...), la necesidad de cultivar la vida interior espiritual, a través de la participación en la liturgia, en la misa». El centro de esa dimensión espiritual es evidentemente la Eucaristía, «que expresa sacramentalmente lo que el sacerdote está llamado a ser».
«Después tenemos al lado, en el cuadrante siguiente, un libro abierto que podría ser una Biblia porque tenemos arriba los rayitos que vienen a simbolizar, como la iluminación del Espíritu Santo, y se trata de la dimensión intelectual».
En el tercer campo está el Sagrado Corazón, «que nos habla de la dimensión humana», teniendo en cuenta que «la gracia supone la naturaleza». Se procura en el Seminario la formación integral de ese aspecto humano propio de un corazón sacerdotal.
Y finalmente, la dimensión pastoral. Para sintetizar o simbolizar esta dimensión, en el escudo es posible ver a un gran pastor, el Patrono del Seminario, el Santo Cura de Ars, quien a través de la sencillez de su ministerio muestra cómo ser un pastor según el corazón de Jesús.
«Por debajo del escudo, están obviamente el nombre del seminario y arriba, está la cruz, que está de fondo en realidad, porque toda la formación se apoya en el misterio de la Pascua, en la cruz de Jesús. Porque sin Él, no tendría sentido lo que hacemos».
«Hay un detalle más que se puede ver en el nuevo escudo (...): “flanqueando” la cruz como timbre (...) hay dos báculos que son como bastones», los que recuerdan, en primer lugar, el escudo de la provincia, que tiene un arco y una flecha, y como dos bastones, «que en el escudo de Misiones tienen el sentido del doble poder de los jesuitas, y también del Cacique».
Los bastones o báculos también hacen referencia «a los dos grandes momentos evangelizadores en la provincia. La primera evangelización con la llegada de los jesuitas que entre los guaraníes fundaron las reducciones de las que vienen muchos de nuestros pueblos. Y la segunda, ya a fines del siglo XIX, con la llegada de los inmigrantes europeos y los padres verbitas que acompañaron ese momento evangelizador en la provincia».
En relación al color rojo del nuevo escudo, simboliza la tierra colorada de Misiones, y además es el color del martirio, «porque estas tierras evangelizadas fueron regadas con la sangre de los mártires de San Roque González de Santa Cruz, patrono de la diócesis, de San Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, los santos mártires de las Misiones que derramaron su sangre haciendo que fecundara la semilla del Evangelio hasta nuestros días».
En relación a la idea del nuevo escudo del Seminario, el Rector contó que «los seminaristas fueron tirando ideas» a partir de la Pastores Dabo Vobis, donde aparecen esas dimensiones de la formación que se deseaban ver reflejadas en el símbolo. A partir de allí «se trató de ver qué cosa podría simbolizar y representar cada uno de estos aspectos». Esas ideas fueron llevadas a los diseñadores «que rápidamente captaron e hicieron algunos bocetos. Luego se hicieron algunas correcciones y actualmente, tenemos la versión final que es el nuevo escudo».