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lunes, 1 de diciembre de 2025

Escudo del Centro Naval

Como hemos dedicado las últimas diez entradas a una nota publicada en el Boletín del Centro Naval, parece apropiado hablar también del escudo de esa antigua y venerable institución.

Para ello nos valdremos de fragmentos de una carta de Santiago J. Albarracín, publicada en el número 651 (de abril / junio de 1962) de dicho boletín, en la nota titulada "Antecedentes relacionados con la fundación del Centro Naval".





 

Flores, noviembre 12 de 1916.


Señor Teniente de Fragata

José A. Oca Balda

Secretario del “Centro Naval”

Presente.

 

Estimado señor Oficial y consocio:

Consecuente con el ofrecimiento que hice a Ud. en una conversación que mantuvimos en la Secretaría de ese Centro respecto al significado de los emblemas que constituyen el escudo de nuestra asociación, le escribo estas líneas, para que tenga Ud., y los que lo desearen, conocimiento del asunto. 

(...) 

Voy, pues, ahora, señor Oca Balda, a explicarle lo que significa nuestro escudo. 

En la noche del 4 de mayo, al proponerse el nombre de la Asociación, nuestro profesor, Luis Pastor, indicó el de Ateneo Brown, oponiéndose a ello el Subteniente Félix Dufour, fundando su voto en contra; yo propuse entonces que se denominara “Centro Naval” teniendo en cuenta la amplitud de la obra que se iniciaba; la asamblea así lo resolvió por votación. 

El escudo que yo ideé en un principio lo constituyó la parte central del actual, es decir: dos aros dorados sobre un fondo marrón, destacándose en el medio un ancla, como emblema de la marina; del arganeo se desliza, enroscándose en la caña, un chicote de cabo; el nombre: Centro Naval entre los dos aros o círculos; entre ambas palabras una estrella en la parte superior, significando nuestro Norte, y las tres estrellas de la parte inferior, indicando las tres jerarquías más altas del Cuerpo General o como entonces era éste designado: las de más altas de los Oficiales de Guerra. 



Aun cuando en el primer escudo y tampoco en el Acta de Fundación figura nuestro lema, se resolvió que en la inauguración de nuestro primer local social —instalado en el segundo piso alto de la casa que hoy ocupa la Dirección General de Correos y Telégrafos de la Nación, calle Corrientes esquina a la de Reconquista— nuestro primer presidente, Teniente García Mansilla, al pronunciar el discurso inaugural, lo diera a conocer públicamente; y así ocurrió, como podrá usted comprobarlo en la página 14 del primer número de nuestro Boletín. 

El local social fue inaugurado en la noche del 5 de junio de 1882, concurriendo al acto oficiales de Marina brasileros, franceses y españoles, ocupando la presidencia de honor el guerrero del Brasil y ex Director de la Escuela Naval, Comodoro Antonio Somellera, por no haber sido posible asistir a la fiesta el Ministro, Dr. Victorica, quien se excusó por escrito; el comodoro Somellera fue el único jefe superior de nuestra marina que, en esa reunión, nos honrara con su presencia. 

Más adelante se resolvió adornar nuestro escudo con una rama de roble a la derecha, simbolizando: Fortaleza y Solidez, y con una de laurel a la izquierda, emblema de gloria; cruzadas ambas ramas en la parte inferior, están atadas con un lazo con los colores nacionales imitando una cinta; llevando en su centro un letrero de oro, el lema: Unión y Trabajo, que es lo que simbolizan las dos ramas citadas conjuntamente con el lazo. 



El fondo del escudo fue marrón desde el principio; los aros de ambos círculos, las letras, las estrellas y el ancla con el chicote de cabo, se proyectaron dorados, pero por economía fueron pintados imitando el dorado. 

Los primeros diplomas, muy distintos de los actuales tanto en tamaño como en dibujo, fueron litografiados y su tinta era marrón; fueron ideados y costeados por el señor Juan R. Silveyra, que fue padre del distinguido Capitán de Fragata César Silveyra, y uno de los socios civiles activos fundadores que más contribuyeron al éxito de nuestros primeros trabajos; tanto el padre como el hijo ya han fallecido. Más tarde una de las primeras reformas de nuestro Reglamento Orgánico, se incluyó en ésta todo lo referente al escudo y se ampliaron, desarrollándolos, los propósitos sociales (...)   

(Fdo.) : Santiago J. Albarracin.