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martes, 25 de junio de 2019

Escudo de monseñor Luis Francisco Romero


En un  libro encontramos hace ya varios años la imagen que se encuentra junto a estas líneas. Corresponde al escudo episcopal de un obispo de Santiago de Chile, pero que también fue Arzobispo de Charcas, y tuvo además amplia actuación en el actual territorio argentino; por esos motivos merece un lugar en este Blog.

Luis Francisco Romero o Francisco Luis de Romero nació hacia 1665. 

A comienzos de 1705 fue designado Obispo de Santiago de Chile. Conforme a los plazos de entonces, recibió la consagración episcopal más de dos años después y tomó posesión de su sede en abril de 1708. 

Fue trasladado a Quito en 1717; allí ejerció el pontificado desde 1718 -fecha de su instalación- hasta 1725, año en que fue promovido a Arzobispo de La Plata (Charcas). 

Murió en esa ciudad altoperuana en 1728, menos de un año después de haber tomado posesión efectiva de esa sede arzobispal.

«Luego de su consagración como obispo, y encontrándose en Potosí, en vísperas de viajar a Chile por la ruta del despoblado de Atacama, Romero recibió cartas de los cabildos eclesiásticos y seculares de las provincias en sede vacante de Tucumán, Paraguay y Río de La Plata, y de provinciales y prelados de las órdenes de mendicantes y jesuitas, los cuales le solicitaban cambiar de ruta y orientar sus pasos hacia allí por encontrarse todas en suma indigencia espiritual. El prelado (...) inició su peregrinación por una ruta que “no había hecho prelado alguno”, y que lo conducirá a la provincia de Cuyo, entonces parte integrante de la diócesis de Santiago. Esta doble motivación le servirá de incentivo para iniciar un agotador viaje de cientos de leguas, atravesando cordilleras y despoblados, en medio de indios bárbaros y con climas inhóspitos. Llegó a Córdoba, en la provincia de Tucumán, donde entró confirmando, enseñando, predicando y dando limosna a los pobres. Confirió órdenes mayores y menores a 350 individuos, de los que resultaron 102 sacerdotes, y bautizó a unas 1.500 personas. A comienzos de 1708 entró en la provincia de Cuyo, pernoctando en las ciudades de San Luis de Loyola, San Juan de la Frontera y Mendoza. De inmediato constató que sus feligreses estaban espiritualmente muy desamparados y sufriendo graves privaciones económicas. Visitará iglesias, parroquias, capillas, oratorias y lugares de oración; promoverá el culto, bautizará más de mil personas, ordenará la demolición de la iglesia parroquial de Mendoza, que estaba arruinada, y dará por iniciada su reconstrucción».   Este párrafo, que da cuenta de la actividad de monseñor Romero en territorio argentino, corresponde a un trabajo de Santiago Lorenzo, titulado «De lo rural a lo urbano - Chile en el siglo XVIII», publicado por la Universidad Católica de Valparaíso y dipsonible en pdf en la Red.


Respecto del escudo episcopal de monseñor Romero, sólo podemos mostrarlo, ya que nada sabemos acerca de sus esmaltes o de su simbolismo.

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