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miércoles, 17 de abril de 2019

Escudo del cardenal Angelo Amato

El cardenal Angelo Amato estuvo varias veces en nuestro país y en países limítrofes: por ejemplo, en su carácter de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió las beatificaciones de María Crescencia Pérez (Pergamino, noviembre de 2012) , el Cura Brochero (Córdoba, septiembre de 2013), "Mamá Antula" (Santiago del Estero, noviembre de 2016), la Madre Catalina de María (Córdoba, noviembre de 2017), la "Chiquitunga" (Asunción del Paraguay, junio de 2018). Por eso le dedicamos esta entrada a su escudo episcopal y cardenalicio.


Nació en 1938 y fue ordenado sacerdote en la congregación salesiana en 1967. En 2002 fue nombrado Arzobispo Titular de Sila; recibió la consagración episcopal el 6 de enero de 2003 de manos de San Juan Pablo II, siendo uno de los co-consagrantes el argentino Leonardo Sandri. En 2008 fue nombrado Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Fue hecho cardenal en el consistorio de 2010; se le asignó la Diaconía de Santa María en Aquiro. Semanas después de cumplir 80 años se retiró de su cargo, en cumplimiento de las normas canónicas.


El primer escudo que vimos es el que adoptó tras su ordenación episcopal; al acceder al cardenalato lo cambió por el que vemos sobre estas líneas. Suponemos que la venera fue añadida a modo de homenaje al papa Benedicto XVI, que la lleva en su escudo pontificio y fue quien elevó a Amato a la púrpura cardenalicia.  El diseño de este segundo escudo (bajo este párrafo vemos otra versión) nos parece más elegante y bonito que el primero.


El escudo cardenalicio es mantelado en curva o "capas" -también en esto como el de Benedicto XVI-: 1° de gules, una venera de oro; 2°de gules, tres estrellas de oro puestas 2 y 1;  3° de azur, un delfín al natural. Cruz arzobispal acolada en palo; galero cardenalicio de gules y quince borlas por lado. El lema es "Sufficit gratia mea": "Te basta mi gracia", frase que aparece en la Segunda Carta a los Corintios (12, 9). 

Respecto de la concha, podemos transcribir aquí, parcialmente,  la explicación oficial del mismo símbolo en el escudo papal de Benedicto XVI:  La «gran concha de color oro  (...) encierra una triple simbología. En primer lugar, tiene un significado teológico: alude a la leyenda atribuida a San Agustín, el cual, al encontrar en la playa a un niño que con una concha quería meter toda el agua del mar en un agujero hecho en la arena, le preguntó qué hacía. El niño le explicó su vano intento, y San Agustín comprendió la referencia a su inútil esfuerzo por tratar de meter la infinitud de Dios en la limitada mente humana. Esa leyenda tiene un evidente simbolismo espiritual, para invitar a conocer a Dios, aunque en  la  humildad  de la inadecuada capacidad humana, acudiendo a la inagotable doctrina teológica. Además, desde hace siglos, la concha se usa para representar al peregrino (...)»

Nada podemos decir con certeza acerca de las tres estrellas, si bien podemos barruntar algunos significados posibles (por ejemplo, las Personas Divinas o las virtudes teologales...).

Por otra parte, la iconografía cristiana suele emplear al delfín para representar al alma que llega al puerto de salvación a través del mar proceloso de la existencia. 

Respecto del lema (2 Cor 12, 9), corresponde a una frase que San Pablo cita como dirigida a él por el Señor: «Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: «Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo».

Por el carácter general del escudo y del lema, y por la presencia del delfín, que «es el animal alegórico de la salvación» ¹ es oportuno publicar esta entrada en estos días de Semana Santa y a las puertas del Triduo Sacro.

¹ Juan E. Cirlot, "Diccionario de símbolos"
   Las imágenes son de Wikipedia (SajoR) y AraldicaVaticana.

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