¡Qué maravilla encontrarnos con un escudo episcopal sencillo, expresivo y bien diseñado! El ejemplo -que muchos obispos argentinos deberían imitar- lo trae el nuevo Nuncio Apostólico en la Argentina, monseñor Mirosław Adamczyk.
Monseñor Adamczyk nació en Polonia en 1962. Fue ordenado sacerdote en su patria en 1987. Elevado al episcopado en 2013, fue designado Arzobispo Titular de Otricoli (Otriculum). Desempeñó funciones diplomáticas en Liberia, Gambia, Sierra Leona y Panamá. El 22 de febrero de este año fue nombrado Nuncio Apostólico en nuestro país.
Tajado de gules y azur;
1° de gules, un crismón de oro acostado
de las letras Alfa y Omega, de lo mismo.
2° de azur, un ancla de plata
y en punta cuatro ondas de lo mismo.
Ornamentos exteriores propios de la dignidad arzobispal.
El lema piscopal es
«Spes autem non confundit»,
es decir, «La esperanza no será defraudada»
(Romanos 5, 5).
¡Que no quede defraudada nuestra esperanza de que los escudos episcopales argentinos recuperen la sencilla dignidad y belleza de este emblema!
Publicamos esta entrada en la víspera del V Centenario de la primera misa celebrada en territorio argentino, lo que ocurrió en el actual Puerto San Julián el 1° de abril de 1520.
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