Hoy cumplo 20 años de matrimonio. Por eso dedicaré esta entrada a los escudos vinculados con mis apellidos y los de mi esposa.
Uso sólo el apellido paterno, como es más común en nuestro país. Basándome en escudos atribuidos a linajes de apellido Pomar, diseñé en 2011 mis propias armas.
No uso en la vida cotidiana el apellido materno, Kalafatian, pero aunque lo usara no sabría qué escudo asignarle.
En cuanto a mi esposa, ella se apellida Vallovera Cáceres. El uso de ambos apellidos, paterno y materno en ese orden, es mucho más común en el Paraguay, su tierra natal. Al escudo de los Vallovera me referí en la entrada del 13 de abril. Pero sabemos que no hay escudos de apellidos, sino de linajes, de modo que siempre queda la duda respecto de si corresponde o no el uso de tal blasón.
Por eso, para celebrar este aniversario de bodas, y sólo como un juego, diseñé un escudo para mi esposa, que reuniera elementos de las armas comúnmente atribuidas a linajes de apellido Vallovera y a linajes de apellido Cáceres. Este último suele identificarse con este escudo:
Tomé los dos lobos del escudo de los Vallovera, y la bordura de oro cargada de cruces de Calatrava de gules del escudo de los Cáceres. Este es el resultado:
Reitero que se trata solamente de un juego, de un ejercicio heráldico. Así, pues, en el día de nuestro vigésimo aniversario, mi escudo y el de mi esposa podrían mostrarse acolados, de esta manera:
Y, por cierto, este aniversario amerita un brindis:
¡¡¡MUCHAS FELICIDADES A LOS DOS!!! Besos y abrazos.
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