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martes, 18 de abril de 2023

Escudo de Hasenkamp (Entre Ríos) (1 de 2)

Hasenkamp es un municipio entrerriano ubicado entre los distritos Antonio Tomás y María Grande Segunda del departamento Paraná.

El pueblo fue fundado por los hermanos Eduardo y Federico Hasenkamp, procedentes de Hannover, en Alemania. El primero llegó a la Argentina en 1866 y su hermano en 1882. En julio de 1883 compraron 5400 hectáreas al norte del departamento Paraná, en los distritos mencionados y conformaron la Sociedad Civil Hasenkamp Hnos.

Las vías del ferrocarril llegaron en 1906 y quedaron habilitadas definitivamente en septiembre del año siguiente. En julio de 1906 el Poder Ejecutivo estableció la denominación Estación Hasenkamp; pero se toma como fecha de fundación el 24 de agosto de ese año porque ese día Eduardo Hasenkamp presentó los planos de la futura Villa Hasenkamp para su aprobación ante el gobierno provincial. Los planos fueron aprobados finalmente en octubre. 

La palabra Hasenkamp, apellido de los fundadores, significa "campo de conejos" en idioma alemán  (Hasen: conejo, liebre; Kamp: campo). Este dato es significativo en relación con el escudo.

Hoy nos referiremos a la historia del emblema, y mañana al escudo propiamente dicho. Para ello transcribiremos (con correcciones ortográficas y gramaticales) el texto publicado en la página web municipal bajo el título "Breve origen e historia del Escudo Municipal de Hasenkamp - Texto redactado con información extraída del libro “Historia de Hasenkamp”, de Juan Carmelo Salamone, edición de 1996, año del 90° Aniversario de la localidad".

«La idea de la creación de un Escudo Municipal surgió como iniciativa del Señor Juan Carmelo Salamone en una reunión del Consejo Asesor de la Municipalidad el 16 de mayo de 1979, y fue él a quien se le encomendó las reglas para llamar a concurso para la creación del diseño»«El concurso se oficializó y reglamentó el 20 de mayo de ese mismo año».

«El concurso se llevó a cabo de acuerdo con lo estipulado, con la concurrencia de numerosos postulantes, entre los que se encontraban personas mayores, jóvenes y niños. La Comisión Asesora encargada de examinar los trabajos presentados y elegir el escudo ganador dictaminó entregarle el premio, en forma compartida, a Elpidio Ariel Salamone (izquierda) y Angel Esteban Piacenza (derecha)».


«Descripción hecha por Elpidio Ariel Salamone:

Está representado en dos campos. El superior (...) describe los valores humanos de nuestro pueblo, en el que el sol irradia su luminosidad. A su vez, estos valores están representados por valores espirituales y morales. Los espirituales: las herramientas (pala y guadaña), que representan el amor de nuestra gente por su tierra; la paloma que simboliza la paz, la nobleza y la sinceridad existente en los habitantes; las manos entrelazadas que significan la bondad y cordialidad de la gente. Los valores morales: el arado simboliza el empeño de su gente en el trabajo, la fábrica simboliza el progreso experimentado por la fe y voluntad de la gente, los libros representando la cultura de la gente. El campo inferior representa el nombre de esta comunidad y el símbolo de su nacimiento: las vías del ferrocarril. El escudo está coronado por espigas de trigo, fruto de esta tierra».



«Descripción hecha por Ángel Esteban Piacenza

Hasenkamp (campo de liebres, en su acepción literal) está simbolizado en la parte inferior del escudo. En el horizonte el sol naciente significa la vida, la fuerza y el futuro del pueblo, un pueblo que crece. Crece gracias al trabajo y estudio (libro y espiga), gracias a la unión, fraternidad y predisposición de sus habitantes (manos entrelazadas), crece gracias a la paz (paloma). Las palmas de laurel a ambos lados significan la gloria de los fundadores del pueblo, Eduardo y Federico Hasenkamp y de nuestro pasado histórico. La cinta con que se unen los laureles y el colorido del cielo entre los rayos del sol, nos identifican con un pueblo de la República Argentina».


 
De los trabajos presentados se extrajeron los elementos que se consideró que debían ser incluidos en un nuevo e integrador escudo, que quedaría cinformado del siguiente modo:

«Un óvalo dividido en dos campos. En el superior, sobre el celeste del cielo, asoma un sol que simboliza la fe y la esperanza en el futuro. Superpuestas, dos manos entrelazadas que simbolizan la amistad y la cordialidad. En el inferior, sobre un campo verde, estriado por los surcos de las futuras labranzas, un fondo de árboles que recuerdan a la flora natural, en la expresión genuina del monte entrerriano, y una liebre corriendo por su hábitat natural, que significan, por un lado, la acepción de la palabra, y por el otro, la libertad y la prosperidad cifrada en la agricultura. Por último, una palma de laurel, que significa la gloria de los fundadores del pueblo, unida a una espiga de trigo, que representa el fruto de nuestra tierra».

Mañana nos ocuparemos más detenidamente de este escudo.

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