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sábado, 6 de agosto de 2022

Escudo de Coronel Suárez (Buenos Aires)

 

En su libro "Paseos literarios por los pueblos bonarenses", Héctor Saldaña recorre distinas localidades de la provincia rescatando -como lo señala el mismo autor- "historias, leyendas,  anécdotas, aventuras, fantasías, episodios en ocasiones delirantes o dignos del realismo mágico" en los que abrevó la Literatura. 

En uno de los capítulos de la obra ("Tres poetas en Coronel Suárez") encontramos una expresa referencia heráldica: 

El severo perfil del Coronel Manuel Isidoro Suárez rigiendo el escudo municipal, o su busto hierático, emplazado en la plaza San Martín, no deben llamar a engaño: Coronel Suárez, pese al nombre marcial que la preside, es una ciudad poética. La heráldica añadió al segundo cuartel del emblema mencionado un libro de plata, y hasta aquel imponente pedestal de la plaza llegó, en 1982, Jorge Luis Borges a murmurarle versos a su legendario bisabuelo, el héroe de la batalla de Junín, donde se combatió solo con arma blanca y donde se selló la independencia americana.

Ello nos lleva a volver sobre el atípico escudo de esa ciudad bonarense, a que nos referimos hace exactamente 10 años, en la entrada del 6 de agosto de 2012.


Dice el sitio oficial de la Municipalidad de Coronel Suárez:

El escudo «contiene la figura estilizada del busto del Coronel Manuel Isidoro Suárez flanqueado por la Bandera Argentina y la expresión Partido de Coronel Suárez. Por debajo de la efigie aparece un libro como demostrativo de las aspiraciones de cultura del pueblo del Partido; por sobre el mismo una estilización de espigas de cereal y las cabezas de ganado bovino y ovino, significando las fuerzas productivas de la economía del distrito».  (Hay una errata evidente, ya que en el escudo se lee"Municipalidad" y no "Partido", como se afirma en la descripción).

En la mencionada entrada del 6 de agosto de 2012 pueden verse fotos del "busto hierático" y de Borges leyendo a su pie. 

La fecha elegida en 2012 y ahora, por otra parte, no es indiferente: se trata del aniversario de la batalla de Junín, en la que luchó Suárez. En el mismo capítulo de la obra mencionada el autor señala que «debe ser el único caso en que dos partidos bonaerenses homenajean a la misma persona. Coronel Suárez, pero también Junín, pues este fue el nombre impuesto en memoria del guerrero por el gobernador delegado Guillermo Brown al fuerte Federación, bautismo que luego se extenderá a la ciudad». Pocas líneas después el autor se pregunta si Borges no le habrá dedicado en aquella ocasión a su antepasado, «joven granadero de San Martín», el  poema "Inscripción sepulcral" de su primer libro, "Fervor de Buenos Aires":

Para mi bisabuelo, el coronel Isidoro Suárez

Dilató su valor sobre los Andes.
Contrastó montañas y ejércitos.
La audacia fue costumbre de su espada.
Impuso en la llanura de Junín
término venturoso a la batalla
y a las lanzas del Perú dio sangre española.
Escribió su censo de hazañas
en prosa rígida como clarines belísonos.
Eligió el honroso destierro.
Ahora es un poco de ceniza y de gloria.

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