Escudo de monseñor Víctor Iván Vargas Galarza

Monseñor Víctor Iván Vargas Galarza nació en Cochabamba el 4 de diciembre de 1968. Fue ordenado presbítero para el clero diocesano de Cochabamba por imposición de manos de monseñor René Fernández Apaza  el 10 de mayo de 1997, es decir, hace hoy exactamente 25 años.

El Papa Francisco lo nombró obispo titular de Bladia y auxiliar de Cochabamba el 24 de junio de 2021. Recibió la ordenación episcopal el 8 de septiembre del año pasado.

Cortado y medio partido. 1° de azur-celeste, la imagen estilizada del Cristo de la Concordia. 2° de plata, el monograma de María, de azur, en medio de una  circunferencia de rayos poligonales de oro, algunos más largos que otros, superada de una corona real de oro. 3° de gules, un cáliz de oro con una hostia de plata, y a sus pies dos espigas de trigo de oro (a diestra) y un racimo de uvas de su color, foliado de sinople (a siniestra).

Galero y cruz episcopal del modo habitual.

El lema episcopal recoge las palabras de María a los sirvientes de las Bodas de Caná:   «Quodcumque dixerit vobis, facite»: «Hagan todo lo que Él les diga» (Jn 2, 5).

En la celebración de su ordenación el nuevo obispo se refirió a su escudo episcopal con estas palabras, que aunque encierran algunas imprecisiones heráldicas transmiten un mensaje digno de mención:

 

(Quiero decirles) a mis hermanos sacerdotes jóvenes: la liturgia no está para modificarla, sino que está para custodiarla. Y esto es lo que más me ha motivado a vivir y hacer parte de mi vida, el misterio pascual, este misterio pascual que siempre lo he respetado, que siempre lo he vivido o celebrado con dignidad.

Y justamente muchos de ustedes tienen en su mano el escudo. (...) En la parte izquierda está el Cristo de la Concordia, que nos identifica a los cochabambinos. Y como lo decía Monseñor Oscar, ahora se consagra un obispo cochabambino, diocesano. Y ¿cómo voy a simbolizar este anhelo, voy a decir así, de ser cochabambino y diocesano? Con el Cristo de la Concordia. También han hecho mención de toda mi espiritualidad mariana (...), que me ayuda a ponerme como ella: hágase en mí según tu palabra, que se haga tu palabra, Señor, en mi vida. Y ahí, en la parte izquierda, está justamente está el resplandor de la Virgen de Urcupiña (...), esta imagen tan linda, la virgen de Urcupiña. Y abajo, el misterio pascual, el misterio eucarístico, mis 24 años; el próximo 10 de mayo cumplo 25 años de sacerdote. 25 años de sacerdote, de ir consagrando, de ir celebrando, de ir viviendo, de ir contagiando el amor a Cristo Eucarístico. Esto es el escudo que me identifica como persona humana. Me identifica como sacerdote y ahora me identifica también como pastor.