Berrotarán es una localidad situada en el departamento de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. Debe su nombre a Nicolás Berrotarán, quien donó sus campos para un estación de trenes, alrededor de la cual se fueron construyendo casas y se fue formando el actual municipio.
El escudo de Berrotarán es «cuadrilongo con ángulos inferiores redondeados, terminado en punta, borde superior en ángulo, cortado y cortado medio partido, con doble filete de sable fondo de gules como bordura, timbrado».
«Trae en el primer cuartel sobre tapiz superior de azur celeste, media rueda dentada con ocho rayos rectos de oro y forro de sable, asomando sobre tres lomas de su color; y sobre tapiz inferior, de sinople, con dieciseis surcos de sable, en el flanco diestro una fábrica de plata, puerta y ventanas de sable, con su chimenea humeante de lo mismo.
A modo de separación entre el primer cuartel y los cuarteles inferiores, un ceñidor de gules con un lema toponímico de letras capitales romanas de sable.
En el cuartel inferior diestro, sobre tapiz de plata, una cabeza de toro de su color, de frente; una espiga de trigo de oro foliada de su color; un casco de minero de oro sobre un pico y una pala de sable cruzados en soutur.
En el cuartel infeior siniestro, sobre tapiz de oro, el frente de un edificio, frontispicio sostenido con columnas sobre dos escalones todo de plata y forro de sable, cargado con una antorcha de su color y flama de oro y gules.
Ornamentos: como timbre una divisa angulada con los extremos doblados hacia adentro de gules y filete de sable».
Según la misma fuente, el sol naciente, representado por una rueda dentada, simboliza el nacimiento de una pujante ciudad y su industria en las sierras sureñas de Córdoba; la fábrica sobre el fecundo terreno con sus surcos, el avance de la industrialización de sus mieses. Las riquezas agropecuarias y mineras de la zona están simbolizadas por la cabeza de toro, la espiga de trigo y el casco e implementos mineros. La educación y la cultura están representadas por el edificio de estilo griego y la antorcha con su llama perenne.
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