Ayer, en Chascomús, Juan Ignacio Liébana fue consagrado obispo de esa diócesis.
Nacido en 1977, monseñor Liébana fue ordenado presbítero en Buenos Aires en 2004. En 2014 se traladó a la diócesis de Añatuya como sacerdote Fidei Donum. En enero de este año se anunció su nombramiento como Obispo de Chascomús.
Su escudo:
De plata, una cruz latina ondulada terrasada de sinople, cuyos travesaños son de azur, plata, gules, oro y sinople, y en su base un pan partido, de su color. La cruz está acompañada a diestra de una flor de cuatro pétalos (“tonali” o “nahui ollín”) de su color, y a siniestra de una letra M estilizada, de sinople, con ramas y hojas de lo mismo.
Lleva acolada la cruz episcopal de oro.
El lema es “Permanezcan en mi amor”.
Cartel en el gimnasio donde tuvo lugar la ordenación episcopal |
Explicación:
La cruz, como elemento central del escudo, representa con su ondulación y movimiento a un Cristo que danza, alegre, vivo y resucitado, animándonos a ser una Iglesia en salida, pobre para los pobres, con todos y para todos. Expresa también el “dinamismo del Espíritu” que impulsa a la Iglesia a anunciar el Evangelio en los cinco continentes, simbolizados por los colores de la cruz misma, que son los colores tradicionales del Rosario Misionero.
A su vez, la Cruz está apoyada sobre una base de sinople, que representa la Creación, y surge de un pan partido, "fruto de la tierra y del trabajo del hombre", recordando que los discípulos de Emaús reconocieron al Resucitado al partir el pan. “Partir el Pan eucarístico, que es Cristo mismo, es la acción misionera por excelencia, porque la Eucaristía es fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia” (Papa Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2023). Jesús, Pan de Vida, nos invita a la adoración reposada y a la entrega arriesgada; a compartirnos para alimentar a muchos.
A la derecha de la cruz (izquierda del observador) se encuentra la flor de cuatro pétalos (tonali o nahui ollín) que es el símbolo principal que aparece en el vientre de la imagen de la Virgen de Guadalupe, impresa en la tilma de Juan Diego, y que representa para la cultura nahuátl la presencia de Dios, la plenitud, el centro del espacio y del tiempo.
En el video, el obispo hace referencia al significado de la flor de cuatro pétalos.
A través de ella se hace especialmente presente en el escudo que todos somos morada de Dios, sagrados por el misterio trinitario que nos habita, y que el “verdadero Dios, por quien se vive”, nos ofrece a través de María todo su “amor, compasión, auxilio y defensa”.
El escudo lleva acolada una cruz procesional de oro, que indica la dignidad episcopal.
Estampita recuerdo de la ordenación episcopal |
Finalmente, el lema es “Permanezcan en mi amor” (Jn 15, 9), frase tomada de las palabras de Jesús en la Última Cena y que sintetiza el mensaje del escudo, ya que sólo unidos a Cristo y permaneciendo en su amor podemos dar fruto (cfr. Jn 15, 4-9) en el anuncio misionero y en el cuidado de la Creación, haciendo que el Evangelio sea Pan de vida en para todos.
Fieles a la costumbre que tenemos en este Blog, le hemos agregado por nuestra cuenta al escudo el timbre propio de la dignidad episcopal y hemos vertido el lema episcopal en lengua latina. Con esta versión cerramos nuestra entrada de hoy.
Un gusto haber sido parte de este lindo y honorable momento!
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