27 de octubre de 1934. Hace exactamente 86 años, en el número 1882 de Caras y Caretas resonaban todavía los ecos del reciente Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Buenos Aires. Entre otras notas dedicadas al gran acontecimiento religioso que acababa de concluir, aparecía en ese número un artículo titulado "Una visión poética de las recientes fiestas eucarísticas". Se transcriben allí fragmentos de un poema ("Palabras a Buenos Aires"), del presbítero Manuel Samperio.
No entramos a juzgar los méritos artísticos de la obra; sólo rescatamos, para los fines de nuestro Blog, la estrofa que se refiere explícitamente al escudo de la Ciudad de Buenos Aires:
Ciudad de la Santísima Trinidad,
me golpea la sangre
el corazón que comenzó a latir
bajo el signo inefable
del Trino y Uno que te dieron cuando
Es que ahora miro
sobre el mar de un millón de cabezas unánimes
alzarse el disco de la Forma
y subir, subir... hasta pararse
a la altura misma que, en el escudo, la Paloma del Espíritu
Las fotos son de un farol municipal sobre la avenida Diagonal Norte; las tomamos en julio de 2019.
El padre Samperio fue también autor de "Ofrenda", la canción de los niños para el Congreso Eucarístico de 1934, a la que nos referimos en la entrada del 11 de junio de 2012.
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