Un sacerdote vicentino dio inicio en 1913 a una Escuela de Artes y Oficios, y trabajó con el fin de conseguir fondos para la creación de una capilla y un colegio para niños pobres. El templo se inauguró en 1922, poco después de la inesperada muerte del sacerdote. La erección canónica de la parroquia tuvo lugar en mayo de ese año. Aunque pertenece al clero secular, adoptó el nombre de San Vicente de Paúl en recuerdo a la labor de aquel sacerdote vicentino.
A mediados de 1924 comenzó a funcionar el colegio San Vicente de Paul. El párroco era también el director de la escuela. Junto a estas líneas vemos una foto que tomé en el frente de la institución en julio de 2019.
El escudo, como se ve, era sumamente sencillo. Y decimos "era" porque al consultar la página institucional (en julio de este año) nos encontramos con esta reversión del emblema:
Más allá del juicio que pueda hacerse respecto de su ajuste a las normas heráldicas, encontramos en este blasón un defecto muy común en escudos escolares: su carácter excesivamente genérico. Salvo por las iniciales S. V., este símbolo podría pertenecer prácticamente a cualquier colegio católico. Y a decir verdad tampoco las iniciales marcan claramente una identidad...
Como fuere, nos alegramos en este centenario y con esta entrada rendimos homenaje a esta ínclita escuela de Mataderos.
Placa en el frente del templo de San Vicente de Paúl (foto propia, julio de 2019) |
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