Después de haber hablado ayer de una capilla en la localidad cordobesa de El Fortín, era forzoso referirnos hoy al escudo del pueblo mismo. Así lo describía y explicaba el desaparecido sitio de Walter Van Meegroot:
Forma: circular con bordura terciada en franja de azur, plata y azur, cortado.
Trae en el primer cuartel sobre tapiz de plata un sol naciente de líneas paralelas horizontales, de oro superior a de gules inferior. Sobre la divisoria, de diestra a siniestra, una serie de perfiles de sable representando un tractor que lleva tres tarros grandes de leche, una rueda dentada, dos figuras humanas de pie, una vaca pasante orientada a la diestra y una empalizada.
Trae en el segundo cuartel sobre tapiz de plata en cotiza del flanco diestro al cantón siniestro de la punta un camino con otro más delgado en ángulo recto hacia el flanco siniestro. Entre ambos, otra serie de símbolos: un rancho, un mangrullo de sable con un foso delante de ellos y dos copas de árboles a diestra y a siniestra y el resto del campo con líneas horizontales cortas.
SIMBOLOGÍA: El círculo con los colores patrios reafirma su pertenencia a la nación. Las diferentes figuras sobre la línea del horizonte simbolizan su riqueza industrial y ganadera en la zona de mayor producción lechera y la familia que es la base fundamental de todo, y los símbolos de un fortín con su mangrullo y foso, de donde proviene su nombre. Las rutas nacional y provincial representadas por los caminos confluentes y detrás de todo el sol naciente.
El escudo de El Fortín fue fruto de un concurso realizado por la Municipalidad al efecto, siendo elegido el trabajo de Jorge A. Camoletto, bajo el seudónimo “JAC”, que hace la siguiente descripción de su trabajo, a manera de blasón:
“FORMA: Circular con los colores celeste y blanco, símbolo de la bandera nacional.
DIVISION: En dos partes simétricas:
La inferior: que representa la historia y la geografía del pueblo. A su vez, cruzada por dos franjas, que representan los canales derivadores que protegen al pueblo de las inundaciones; uno mayor, el Canal San Antonio, y otro menor que vuelca sus aguas en este; y que dividen la parte inferior en zona de cañada y la superior, un fortín histórico.
La superior: predomina un sol, símbolo de la grandeza y prosperidad. Pero un sol naciente, por encontrarse este pueblo al este de la Provincia de Córdoba, y ser un pueblo joven con ganas de progreso. En el horizonte de la línea divisoria se encuentran símbolos que representan el potencial económico de la zona, la producción láctea, la industria quesera, el cooperativismo, la ganadería y la agricultura”.
No hace falta aclarar qué opinamos acerca de esta yuxtaposición anárquica de símbolos que parecen dibujados por un niño.
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