El 8 de septiembre de 1895, es decir hace hoy 116 años, tuvo lugar la primera peregrinación uruguaya al Santuario de Luján. A eso hace referencia una placa en dicho templo, que aquí reproducimos:
En la placa aparece el escudo episcopal de quien encabezó esa peregrinación: se trata de monseñor Mariano Soler, tercer Obispo de Montevideo.
Nacido en 1846, Soler fue ordenado Obispo de Montevideo en 1891. Al ser elevada la sede al rango de Arquidiócesis, en 1897, se transformó en primer Arzobispo de Montevideo, cargo que ejerció hasta su muerte en 1908.
Su escudo es un elegante cuartelado. En el primer cuartel (que podemos suponer de azur, atendiendo al modo habitual de representar los esmaltes en blanco y negro) reconocemos la imagen del monte que aparece en los escudos de Montevideo y del Uruguay y que en su momento ya vimos en el escudo de monseñor Aragone, sucesor de monseñor Soler en la sede arzobispal de la capital uruguaya:
Una estrella -en realidad un cometa-, presumiblemente de plata, completa ese primer campo.
Los campos segundo y tercero lo ocupan -podemos suponer- cuatro fajas de azur en campo de plata: una evocación, quizás, de la bandera de la República Oriental del Uruguay.
El último campo lo ocupan -siempre en el terreno de las hipótesis- algunos de los elementos que uno encuentra cuando busca las armas del "apellido" Soler: un león y un sol.
Pero en el escudo del obispo Medrano, el león tiene una espada y se añade una torre.
Un escusón central completa el blasón; está cargado de una Cruz de Jerusalén
Como el escudo que publicamos está tomado de una placa recordatoria de la peregrinación de 1895, cuando Medrano era aun obispo, las borlas del galero son sólo seis por lado, y sin duda de sinople.
El lema episcopal está tomado de la Carta de San Pablo a los Gálatas (6, 14): "Mihi autem absit gloriari, nisi in cruce Domini nostri Iesu Christi, per quem mihi mundus crucifixus est, et ego mundo": "Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo".
Monseñor Mariano Soler fue un destacado intelectual en las áreas de la filosofía y la teología, en las que además se desempeñó como docente. La Facultad de Teología del Uruguay lleva su nombre.
Finalmente, la placa que abre esta entrada habla de la lámpara votiva de los uruguayos. El sitio virtual de la ciudad de Luján informa que "se encuentra en el crucero occidental. Es el resultado de un ofrecimiento de un prelado del Uruguay con motivo de los difíciles y graves momentos por los que atravesaba ese país en 1892". Ignoramos cuáles eran esas circunstancias difíciles, pero lo cierto es que la lámpara votiva sigue allí.
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