Tal como lo anunciamos ayer, comenzamos hoy la publicación de los ocho escudos propuestos en 1954 por el Capitán de Navío Humberto Burzio para los territorios argentinos de jurisdicción marítima, según el trabajo publicado en el número 614 del Boletín del Centro Naval. La imagen en escala de grises que se ve a continuación es la que aparecía en el artículo original; hemos añadido una versión coloreada a mano de ese mismo escudo.
Tierra del Fuego
Cortado en jefe (comble) y entado en la punta. El elefante marino (Mirounga leonina), que timbra el escudo, abundaba anteriormente en Tierra del Fuego e islas Malvinas, Georgias del Sur y Juan Fernández. Actualmente casi ha desaparecido por la despiadada caza de que ha sido objeto, facilitada por su natural confiado que no lo hace huir del hombre. Se le coloca surmontando al campo del escudo como símbolo del territorio, por considerarse que esa especie es la más característica de la fauna fueguina.
La doble llave colocada en el jefe, significa en Heráldica que la posesión de ella otorga el derecho de dominio de lo que por su intermedio se custodia. Es emblema de poder y riqueza, seguridad y confianza. Aparece en numerosos escudos de Estados marítimos y de ciudades ligadas al mar por su especial situación geográfica, significando el poder de cierre, apertura y custodia del paso o estrecho de dos masas de agua.
El escudo de armas otorgado en 1508 por Fernando el Católico a Santo Domingo, lleva una llave, por considerarse entonces que esa posesión insular era la puerta de las Antillas.
El escudo de la ciudad de La Habana, otorgado en 1556 y repetido en el siglo siguiente, también tiene ese simbólico emblema, por entenderse, según la Real Cédula de concesión, que la misma era “el lugar de reunión de las naves de todas las Indias y la llave dellas”. El escudo de Cuba independiente, siguiendo la tradición, perpetúa la llave, que ha sido colocada en un estrecho, como ratificación parlante de su símbolo.
Muchas ciudades y puertos asentados en lugares vecinos a esa situación geográfica la muestran; citaremos, entre los varios ejemplos que podrían anotarse, el escudo de la ciudad de Tarifa, en la provincia de Cádiz, que la ostenta triple: una para el castillo fortaleza y dos para las aguas que lo flanquean; el de la ciudad de Algeciras, que la tiene simple, por su vecindad con el estrecho de Gibraltar, etc.
La llave de oro o su representación con este esmalte heráldico, significa ciencia e infalibilidad; la de plata, potencia o jurisdicción.
En el proyecto del escudo se la ha pintado de plata por esa razón, sobre fondo azur (azul) que representa nuestras aguas australes. Figura repetida por tener Tierra del Fuego el privilegio geográfico de constituir con sus estrechos de Le Maire y Magallanes el paso obligado recíproco de los dos océanos más grandes del orbe.
La nave, asentada en el centro del campo del escudo, es una carabela del siglo XVI, sacada de un grabado existente en el Museo Naval de Madrid. Simboliza el descubrimiento y las exploraciones del territorio fueguino y también la navegación de los primeros tiempos en esa punta austral del territorio americano, lugar en el que se concentraban las naves de todas las potencias marítimas del mundo, en afanes de conquista, aventuras y piratería.
En el flanco siniestro, campean sobre un fragmento de costa dos pequeñas fogatas que simbolizan el nombre dado al territorio por los marinos, que por primera vez las divisaron desde sus naves, encendidas por los indígenas para la propia protección contra los rigores de la baja temperatura y crudo clima de la región.
En el bosquejo de la costa patagónica y fueguina, hecho por Juan Sebastián El Cano en 1523, ya se denomina a las costas del estrecho de Magallanes y por ende al territorio, con los nombres de “Tierra de los fuegos” y “Tierra de los humos”.
Entado en la punta se ha colocado el distintivo de la Marina de Guerra para representar a la actual Gobernación Marítima.

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