El lector Leonel Maldonado Palazzi nos envía desde La Rioja el escudo de monseñor Enrique Angelelli, en las imágenes que ahora publicamos, junto con la descripción que lo acompaña:
«Cada elemento de su escudo tiene un simbolismo: el cerro representa al Velasco y la región montañosa de La Rioja; el cardón a los llanos riojanos; la vid y el olivo del monograma a la producción agrícola de la provincia; el báculo del monograma a San Nicolás, patrono de la diócesis.
El campo integral del escudo simboliza al pueblo de La Rioja, asumido con su bagaje tradicional, su acerbo histórico y sus aspiraciones. "Mi Reino no es de este mundo", y sin embargo, la condición de hombres peregrinos nos exige el compromiso de hacer de la sociedad en que nos toca vivir y actuar una sociedad nueva según el plan de Dios. Todo esto significado por el rojo que es amor y esfuerzo; el verde del cardón simboliza trabajo y sufrimiento en las espinas que lo rodean.
Junto al Cristo, identificado con Él, la vid del monograma en forma de báculo, también representa a San Nicolás como intercesor permanente del pueblo riojano, en tanto que hermano de nuestra raza humana, miembro del Pueblo de Dios que ya llegó al termino del camino; y caminando con este pueblo, María Santísima, madre de Jesucristo y según la declaración del Concilio Vaticano II, Madre de la Iglesia, la obra más estupenda de la sabiduría divina, simbolizada en la flor del cardón y en la estrella que ilumina, guía, alienta acompaña y lleva en definitiva al encuentro con Cristo».
Junto al Cristo, identificado con Él, la vid del monograma en forma de báculo, también representa a San Nicolás como intercesor permanente del pueblo riojano, en tanto que hermano de nuestra raza humana, miembro del Pueblo de Dios que ya llegó al termino del camino; y caminando con este pueblo, María Santísima, madre de Jesucristo y según la declaración del Concilio Vaticano II, Madre de la Iglesia, la obra más estupenda de la sabiduría divina, simbolizada en la flor del cardón y en la estrella que ilumina, guía, alienta acompaña y lleva en definitiva al encuentro con Cristo».
Enrique Angelelli nació en 1923. Fue nombrado Obispo Titular de Listra y Auxiliar de Córdoba a fines de 1960; recibió la consagración episcopal en marzo siguiente; en 1968 fue designado Obispo de La Rioja. Murió en un accidente automovilístico en 1976.
Murió asesinado. La Justicia así lo determinó y la Iglesia reconoce su martirio. Hoy es beato junto a dos sacerdotes y un laico, todos asesinados por la dictadura militar en el lapso de 17 días.
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