La anécdota, de supuesta intención moralizadora, es trivial. Sólo nos interesa mostrar que, en la ilustración, queriendo identificar a la "conocida dama" como ricachona, además de las joyas con que se la adorna, se ha dibujado un escudo heráldico en la ventana. Indebida pero frecuente identificación entre la Heráldica y la riqueza o la nobleza. El recorte es de un boletín parroquial de los años 30.
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