Visitamos hoy la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, uno de los más antiguos y célebres templos porteños.
Hoy veremos diversas apariciones, en la Basílica, del escudo mercedario (al cual nos hemos referido varias veces en este Blog).
La primera: el escudo sostenido por una figura humana, en uno de los laterales del retablo del altar mayor.
En una panoplia pintada en el techo:
En la imagen de San Ramón Nonato:
En el pecho de una imagen de la Virgen:
Y finalmente, repetido en cuatro puntos de la circunferencia que rodea a una pintura, en este caso representando a Judit, que acaba de cortarle la cabeza a Holofernes.
El texto bíblico correspondiente a esta escena puede leerse en el Libro de Judit, capítulo 13.
Es evidente que en el proyecto iconográfico del templo se ha querido representar a mujeres del Antiguo Testamento, que por diversos motivos son figura de la Virgen María: «Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía, más que a todas las mujeres de la tierra; y bendito sea el Señor Dios, creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos. Nunca olvidarán los hombres la confianza que has demostrado y siempre recordarán el poder de Dios. Que Dios te exalte para siempre, favoreciéndote con sus bienes» (Jdt 13, 18b-20a).
Tomé todas las fotos de esta entrada el 11 de septiembre de 2013.
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