Juan Bravo Dávila y Cartagena nació en 1629 en Cuzco, Perú, y estudió en el Seminario de San Antonio Magno en esa misma ciudad, y en la Universidad de San Marcos, de Lima. Sacerdote de gran prestigio e inteligencia, tras ocupar diversos cargos, fue propuesto en 1687 por el Rey Carlos III para ocupar el cargo de Obispo de Córdoba del Tucumán.
Consagrado obispo en Chuquisaca, entró en su diócesis en 1690 y ejerció su ministerio por un breve tiempo, ya que falleció en diciembre del año siguiente.
Su escudo episcopal fue muy sencillo, como puede verse. De azur, trece bezantes de oro, puestos tres, tres, tres, tres y uno; bordura de oro.
Sin duda se basa en una de las variantes de uno de los escudos que se atribuye a linajes de apellido Dávila: de azur, seis bezantes de oro.
En la imagen que sigue -un óleo que se conserva en la Catedral de Córdoba- puede verse al Obispo y, en el ángulo superior derecho, un fragmento del escudo episcopal.
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