Hace algún tiempo se puso en contacto con este Blog el presbítero Aldo
José D’Angelo, Cura
Párroco y Rector de la Basílica de San José de la ciudad de Rosario. Su propósito era hacer "una consulta sobre el escudo confeccionado para esta Basílica". Es el escudo que vemos bajo estas líneas.
En ese mismo mensaje, el sacerdote explicaba algunos simbolismos del escudo, que profundizaremos más adelante citando en ocasiones en forma textual sus palabras.
Respondí, en primer lugar, felicitando al P. Aldo y a su comunidad por la iniciativa de dotar de un escudo a
la Basílica de San José. No he estado allí nunca personalmente, pero su sitio web muestra que se trata de un templo verdaderamente muy hermoso, digno de su condición basilical, que le fue conferida por el Beato Juan Pablo II en 1998.
Al escudo propuesto le hice una sola observación, más bien de carácter estético: la rama de nardo parecía continuar
el eje de la llave plateada; por ello, me permití sugerir que se alejara un poco esa rama de los bordes del
campo.
La sugerencia fue bien recibida, y el resultado de su aplicación es el siguiente:
Podemos intentar el blasonamiento de este bonito escudo:
De gules, una rama de nardo en flor, de su color; tiene dos flores abiertas de frente, de plata, y varios capullos de lo mismo; en punta, el monograma de María, de plata. Al timbre, el pabellón basilical. Las llaves entrecruzadas del emblema papal, acoladas en aspa. Un lema en una banda al pie del escudo contiene el lema "Vayan a José".
Respecto de su simbolismo, podemos decir lo siguiente:
El gules del campo representa el amor y concretamente la obligación de socorrer y amparar que San José cumplió en relación con María y Jesús. El nardo, según una antigua tradición, representa a San José. El monograma de María representa "a su virginal esposa y a la vez representa a la Arquidiócesis de Rosario que lleva su nombre", así como a "la ciudad que tiene como fundadora y patrona" a la Virgen del Rosario.
El lema, "Vayan a José", "Ite ad Ioseph" está tomado del libro del Génesis (41, 55). Se refiere al hijo de Jacob que fue vendido como esclavo en Egipto y luego llegó a ocupar un puesto destacado en la corte del Faraón; pero suele usarse en sentido acomodaticio para referirse al Esposo de María.
El pabellón es el símbolo que identifica a las basílicas; sus colores son los tradicionales colores papales, gules y oro, que indican la especial vinculación de cada basílica con la Santa Sede. Lo mismo representan las llaves en oro y plata, entrecruzadas y unidas por un cordón, que son la insignia tradicional de los papas, y simbolizan las llaves del Reino, confiadas por el mismo Señor al apóstol San Pedro.
La fiesta principal en honor de San José es el 19 de marzo, pero publicamos esta entrada hoy, porque en la fecha se celebra la conmemoración de San José Obrero, Patrono de los trabajadores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario