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lunes, 4 de noviembre de 2019

«La heráldica provincial y municipal argentina ha llegado modernamente al peor de los extremos»

Narciso Binayán Carmona fue un historiador, genealogista y periodista argentino, nacido en 1928 y fallecido en 2008. Se dedicó a varias disciplinas, entre ellas a la Heráldica. 

Hoy queremos solamente traer a este Blog una frase circunstancial escrita por Binayán Carmona en uno de sus numerosos artículos, publicado en 2004 en los Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. La nota se titula "El primer armorial criollo" y se refiere a una obra de Pedro Mexía de Ovando, "La Ovandina de la Nobleza", que merece aquel calificativo. 

Ilustración en la obra original

Entre los escudos comentados en la obra de Ovando hay uno en particular (otorgado a Juan de la Hoz de Salinas) que merece la reprobación de Binayán Carmona, quien afirma: 

Pero no es ese escudo -ajeno a la Argentina- lo que nos interesa, sino la frase lapidaria y verdadera sobre «la heráldica de Estado», que «ha alterado no sólo el arte y la heráldica, sino también la lógica y la simbología». La nota al pie (señalada en el texto con el número 9 volado) prolonga esta crítica con toda razón:
«En este sentido, la heráldica provincial y municipal argentina ha llegado modernamente al peor de los extremos»


"Escudos" de
Tres Lomas, Lobos,
Bernardo Larroude, San Isidro,
Pergamino, General San Martín

Muchas veces este Blog ha sustentado opiniones similares. Busque el lector las entradas con las etiquetas "esperpentos heráldicos" o  "no-escudos". 

Pero además la postura de Binayán Carmona coincide con la que expresa Zarazaga-Berenguer en su obra «Qué es la Heráldica», que hemos comentado en este Blog en 2017 en una entrada titulada «Los "tres períodos" de la Heráldica nacional argentina»:
Los escudos compuestos en esta época oscilan entre ser un catálogo con los productos de la provincia y adoptar las formas más feas y caprichosas que puede sugerir una fantasía desmedida. 
Los casos más extremos de este período lo representan los escudos de Chubut, Neuquén y Formosa.  
Tales escudos, lejos de representar las provincias a las que les han sido impuestos, las agravian en su dignidad. 


Formosa, Chubut, Neuquén

Son palabras duras, pero tristemente ciertas. La situación de nuestra Heráldica oficial (y añadimos: también de la Vexilología oficial) es lamentable. Hemos puesto sólo un puñado de ejemplos, pero la cantidad de escudos ridículos e inapropiados -sobre todo municipales- es enorme. Y lo mismo ha de decirse de numerosas banderas municipales y algunas provinciales...

Con tristeza, y haciendo votos para que se revierta esta situación, dejamos constancia aquí de esta realidad.

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