Estas imágenes, que publicamos hace poco más de un año en La piedra que nos mira, no muestran un escudo en sentido estricto.
Sin embargo, el motivo tiene un sabor heráldico que entendimos suficiente para justificar su aparición aquí, sin contar su parecido con el emblema de la República Francesa. Se trata, de unas fasces o haz de lictores junto a un hacha de dos hojas sobre la cual, timbrando el conjunto, hay una especie de gorro frigio. Lleva a sus costados las letras M de un lado y V del otro, cuyo significado nos intriga.
El emblema se halla en el centro de un campo oval formado por ramas vegetales, que es soportado por dos animales mitológicos.
Tomé la foto en julio del año pasado, en la casa que ocupa la esquina de Elpidio González y La Calandria.
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