Hace exactamente tres años recibió la ordenación episcopal monseñor Pedro Javier Torres Aliaga, actual Obispo Auxiliar de Córdoba, nacido en 1960 y ordenado presbítero en 1984.
Por eso nos ocuparemos hoy de su escudo episcopal, a partir de información que aportan el sitio oficial de la Arquidiócesis cordobesa y el periódico digital católico "Encuentro". Transcribiremos el contenido en forma textual, pero con algunas correcciones gramaticales y ortográficas
"En relación al escudo episcopal que lo acompañará en su ministerio, Monseñor Pedro Torres expresó: “Entiendo que el escudo episcopal no es signo de nobleza o dignidad sino de memoria que sintetiza un proyecto de vida con símbolos que las palabras no terminan de expresar”.
Su escudo está compuesto por los siguientes símbolos: el Amor, expresado en la cruz; la Transfiguración, presente en los tres círculos de luz; la pequeñez, puesta de manifiesto en la base de arena; la Iglesia local donde prestará servicio, expresada en las tres hojas de molle, un árbol que crece en Córdoba; y, finalmente, María, discípula y compañera de misión, simbolizada en la estrella".
"Al centro está la Cruz, misterio de amor y sabiduría (como diría Pablo: 'Sólo conozco a Cristo y Cristo crucificado'), de donde se entrega el Espíritu, llama de amor viva que anima a la Iglesia y a cada bautizado.
Está sobre un trasfondo de tres círculos de luz que me recuerdan la Transfiguración (misterio central en la vida de Pablo VI, amigo del alma), misterio de esperanza y recreación que manifiesta anticipadamente la totalidad del misterio de Jesús, amado del Padre, palabra de amor, que escuchada, fascina y alienta el caminar.
En la base, arena: que representa la verdad de lo que somos, pequeños; que invita a la experiencia de inmensidad vivida por los pueblos del desierto el mundo Judío y Musulmán que forman parte de mi vida de dialogo y amistad; que mueve al realismo de vivir con los pies en la tierra; que sostiene la vida.
En la arena tres hojas de molle, árbol que crece en las quebradas de las sierras de Córdoba, entre las piedras que recuerda la Iglesia local donde vivo y se me llama a servir.
En la parte superior una estrella que representa a María, discípula y misionera, primera evangelizadora y testigo del gozo de evangelizar".
Añadimos nosotros, porque no aparece en la descripción que hemos transcripto, que el escudo de monseñor Pedro Torres tiene un báculo acolado en palo y está timbrado con el tradicioanl galero episcopal de sinople. Por otra parte, el lema consta de una sola palabra: "Servir", que curiosamente viene acompañada de la cita bíblica correspondiente: Gál 5, 13. El versículo completo dice: "Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer los deseos carnales; háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del amor".
No escapará al lector la pobreza heráldica de este escudo, más cercano a un logotipo que a un auténtico blasón. Ni en los símbolos elegidos ni en su distribución en el campo, ni en los esmaltes, y ni siquiera en su descripción, el emblema episcopal de monseñor Torres está a la altura de un verdadero escudo episcopal.
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