Manuel Menéndez nació en 1915 y fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Buenos Aires en 1939. Desarrolló en nuestra ciudad una intensa actividad pastoral. En 1956 fue elegido Obispo Titular de Dióspoli Superior y Auxiliar de Buenos Aires, recibiendo la consagración episcopal el 16 de diciembre de ese año.
De la tapa del folleto de su ordenación, que me ha regalado una colega -que ya ha colaborado en otras ocasiones con este Blog-, procede la imagen de su escudo episcopal:
Se trata de un escudo partido, 1° de plata y 2° de azur, con una cruz de gules cuyo eje vertical coincide con la separación de ambos campos; los extremos de la cruz no tocan el borde del escudo; está surmontada de una corona y acostada, en la parte superior del travesaño vertical, por las letras griegas Alfa y Omega. Bajo los brazos de la cruz, a diestra una imagen de la Virgen de Luján, y a siniestra las llaves de San Pedro en aspa. Un báculo acolado en palo y el tradicional galero episcopal. El lema, tomado de la Carta a los Gálatas, reza "Dilexit me et tradidit seipsum pro me", "Me amó y se entregó por mí".
En 1961, al crearse la diócesis de San Martín, monseñor Menéndez fue designado como su primer obispo. Ejerció por 30 años ese cargo y renunció por edad en 1991. Falleció en 1999.
En 1961, al crearse la diócesis de San Martín, monseñor Menéndez fue designado como su primer obispo. Ejerció por 30 años ese cargo y renunció por edad en 1991. Falleció en 1999.
Ahora bien, una curiosidad. La nota necrológica aparecida La Nación a la muerte de monseñor Menéndez hace indirecta referencia a su escudo episcopal: "'Me ha enviado a evangelizar a los pobres' fue el lema que escogió para su escudo episcopal. Y así lo hizo, por medio del desarrollo de la filial San Martín de Caritas, una asociación de ayuda a las villas de emergencia. Extendió su mensaje de colaboración y asistencia a los más necesitados a través del semanario Mundo Mejor y de la audición radial "Ayúdenos a ayudar", que se transmitía todas las tardes por Radio Rivadavia. Promovió, así, el uso de los medios de comunicación en la acción evangelizadora".
Habrá notado el lector que la nota menciona otro lema, no el que hemos visto ("Me amó y se entregó por mí", que se ve ampliado bajo este párrafo) sino "Me ha enviado a evangelizar a los pobres".
¿Por qué esa diferencia?
En el libro "Obispos de la Argentina" de J. L. Batres aparece otra versión del escudo de monseñor Menéndez, que mantiene las ideas esenciales del que acabamos de ver, pero es notablemente distinto en cuanto a su factura:
Los muebles principales del escudo (la cruz, la corona, las letras Alfa y Omega, la Virgen, las llaves) se mantienen. Pero la Virgen cambia de advocación y las llaves de lugar. Además, el campo es único y de plata, y a siniestra de la cruz aparece un santo que parece ser San José (da la impresión de que sostiene una escuadra de carpintero). Y el lema, en efecto, es "Evangelizare pauperibus misit me", "Me envió a evangelizar a los pobres".
Ignoramos si el obispo hizo cambios en su escudo en algún momento, por ejemplo, al hacerse cargo de la Diócesis de San Martín. Pero si su lema episcopal fue tan significativo como para merecer ser citado en una nota periodística, y no coincide con el de su ordenación, evidentemente alguna modificación ha habido.
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