El segundo escudo al que nos referiremos es el de Carmen de Patagones. Remitimos al lector a la primera nota de esta serie para la recta comprensión de lo que estamos haciendo al publicar estos fragmentos del estudio que da título a esta entrada.
Imagen de la nota original |
Dice el artículo de la licenciada Enrique: «Los casos de Carmen de Patagones y Viedma revisten gran interés dado que ambas ciudades evocan el 22 de abril de 1779 como fecha fundacional en común. Ese día comenzó a instalarse el Fuerte del Carmen en la margen sur del río Negro, no obstante, tuvo una corta existencia debido al desborde del río y fue necesario trasladarlo a la barda norte en junio del mismo año. En septiembre de 1779 arribaron las primeras familias pobladoras, gran parte de las cuales en marzo de 1827 se vieron obligadas a defenderse de una invasión de tropas extranjeras que arribaron a la desembocadura del río Negro en el marco de los conflictos entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio del Brasil.
Carmen de Patagones adquirió la condición de ciudad en 1854 y en 1878 se separó de la antigua Mercedes de Patagones cuando esta última se convirtió en la capital de la gobernación de la Patagonia –luego cambió su nombre a Viedma en 18809–. En 1884 se disolvió la gobernación y Viedma perduró de modo informal como la capital del Territorio Nacional del Río Negro. En 1955 el Territorio Nacional del Río Negro fue transformado en provincia y Viedma se consolidó como su capital mediante la Ley provincial 852 (1973). El 27 de mayo de 1987 la sanción de la Ley 23.512 como parte del “Proyecto Patagonia” impulsado por el gobierno de Raúl Alfonsín estableció el traslado de la capital de la nación a un futuro Distrito Federal que abarcaría Viedma-Carmen de Patagones y zonas aledañas. Sin embargo, a pesar de que los plazos previstos caducaron y el traslado no se efectuó, la ley nunca fue derogada por el Congreso de la Nación.
Así, aunque ambas ciudades aluden a una fundación conjunta en función de que los cambios son entendidos como parte de un “traslado”, los poblados fueron conocidos con nombres distintos durante la mayor parte de su historia, las construcciones se iniciaron en fechas diferentes, y no se conserva ningún acta fundacional. En relación con esto, la comparación entre ambas localidades ofrece, además, un plus interesante ya que elaboraron sus respectivos escudos en la misma época con motivo de celebrarse su bicentenario.
El escudo de Carmen de Patagones (Figura 3) fue confeccionado por el Colegio Heráldico de la Argentina a pedido de las autoridades de Patagones con motivo de la celebración del bicentenario de la fundación del Fuerte del Carmen y presentado en abril de 1979.
Su forma corresponde al clásico español y la bordura dividida en ocho ordenes con los símbolos de Castilla –castillos en campo gules– y de León –leones en campo plata– remonta el surgimiento de la localidad al siglo XVIII, y este último alude al origen maragato de los primeros pobladores. En el medio, sobre un fondo amarillo/dorado en referencia al poder, observamos un ancla que indica la relevancia que tuvo el puerto para la localidad, ubicada justo sobre la representación del Fuerte del Carmen que se destaca como figura central.
Estos dos elementos se encuentran además en estrecha relación con el río Negro, simbolizado con los colores y aspecto de las ondas de una bandera argentina. Con respecto a la imagen del fuerte, es preciso subrayar que la representación del escudo que asemeja una fortaleza medieval dista completamente de lo que el Fuerte del Carmen fue en realidad.
Este escudo es el que mayor cantidad de componentes ornamentales exhibe en su borde externo con respecto a los demás casos analizados.
Entre ellos se destaca una corona mural dorada de cuatro torres como timbre, es decir, colocada en la parte superior del conjunto en alusión al carácter magnánimo de la ciudad. La misma está acompañada por una cruz y tres estrellas que representan a la patrona “Del Carmen”. A los lados asoman dos cañones, que marcan el rol defensivo del fuerte y a pesar de la escasa visibilidad que tienen resultan relevantes ya que encontraremos ejemplares de estos antiguos cañones en puntos específicos del centro histórico de la localidad.
Imagen de la nota original con su epígrafe original |
Por último, junto a los cañones se despliegan siete pabellones que corresponden a los estandartes capturados en la batalla del 7 de marzo de 1827 contra los brasileños, declarados bienes históricos nacionales (Decreto nacional 401/2003). Las siete banderas brasileñas están rodeadas por una divisa con la frase “son las armas del vencido” tal como era costumbre en los antiguos escudos de armas y llama la atención que aún perdure así lo que lo constituye el único escudo argentino con banderas de otro país. Pareciera ser que el motivo del aniversario indujo a que todas las referencias sean al pasado y a su conformación como ciudad prístina».
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