Volvemos al Palacio Piccaluga, para seguir mostrando su despliegue heráldico.
Dejamos para el final los escudos más bonitos que exhibe la mansión. La guía, el día en que visitamos el lugar, subrayó que en ningún caso se trataba de escudos "auténticos", sino que tenían finalidad solamente decorativa y buscaban dar una aire "señorial" a la residencia.
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