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miércoles, 8 de febrero de 2017

Escudo del cardenal Santiago Luis Copello (1 de 3)

Por todas partes, en nuestra ciudad,  nos sale al cruce el escudo cardenalicio de Santiago Luis Copello, quien fuera Arzobispo de Buenos Aires entre los años 1932 y 1959.  Al escudo se lo encuentra en el frente de numerosos templos e instituciones educativas y asistenciales que él hizo construir durante su gobierno episcopal,  muchas veces costeando las obras de su propio peculio personal. Junto a estas líneas, vemos el escudo cardenalicio en el frente del Instituto María Bianchi de Copello, ubicado en Pachecho de Melo 2455. La foto es una colaboración que nos aportó Fernando de Urquiza hace varios años. Cabe destacar que María Bianchi de Copello era el nombre de la madre del Arzobispo; también en su homenaje, el templo que Copello hizo edificar en Avenida La Plata 286 lleva el nombre de Santa María.  Más abajo vemos fotos de esa iglesia; en el frente, sobre el reloj, se ve el escudo episcopal,  que vemos luego más grande en otra fotografía. También estas dos son una colaboración de Fernando de Urquiza;  las publicamos el 8 de septiembre de 2014.





Nos hemos dedicado en media docena de ocasiones a este blasón, por primera vez en la sexta entrada de este Blog, dos días después de su creación (es decir el 26 de junio de 2010); también,  con cierto detalle, el 9 de febrero de 2011.  Hoy volvemos sobre este escudo, y lo hacemos porque mañana se cumple el cincuentenario de la muerte del cardenal Copello.



Por ello en las entradas de hoy, de mañana y de pasado mañana, honraremos la memoria del primer cardenal de Hispanoamérica a través de la Heráldica. 

Recordemos que Copello había nacido en San Isidro en 1880;  el recuerdo de su lugar de nacimiento y la devoción  por el santo epónimo lo acompañaron siempre mediante su Heráldica  episcopal, como veremos. Fue ordenado sacerdote en 1902 y designado Obispo Titular de Aulón y Auxiliar de La Plata en 1918; en marzo de 1919 recibió la consagración episcopal en la iglesia parroquial de San Isidro.


Escudo de San Isidro (Buenos Aires)
El 15 de mayo de 1928 (providencialmente, en la fiesta de San Isidro Labrador) fue designado Obispo Auxiliar de Buenos Aires, cargo en el que le tocó acompañar a monseñor José María Bottaro ofm, entonces Arzobispo, cuya salud era muy frágil y estaba muy quebrantada. En su carácter de Vicario General, Copello asumió de  hecho el gobierno de la arquidiócesis porteña. Finalmente Bottaro renunció en 1932, y Copello fue designado Arzobispo de Buenos Aires.  Tomó posesión de la sede porteña en  diciembre de ese año.


Escudo de monseñor José María Bottaro ofm
Le tocó organizar el XXXII Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Buenos Aires en 1934 con la presencia del Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Eugenio Pacelli, Legado "a Látere" del papa Pío XI.   El Congreso tuvo un éxito extraordinario, como hemos tenido ocasión de comentar varias veces en este Blog.



Escudo del Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires
en la capilla San Arnoldo Janssen
(Julián Álvarez al 1800)

Al año siguiente del Congreso, Copello fue elevado a la dignidad cardenalicia, como Cardenal Presbítero del Título de San Jerónimo de los Ilirios. 

Innumerables obras apostólicas, asistenciales, educativas, de promoción de vocaciones, jalonan la labor pastoral del cardenal Copello en Buenos Aires,  como en realidad ya había ocurrido en La Plata durante la década en que se había desempeñado como Auxiliar de esa jurisdicción eclesiástica. No podemos ocuparnos aquí de ellas,  pero es justo mencionar al menos la construcción de numerosos templos y la erección de 73 parroquias (según los datos oficiales de la página web arquidiocesana) durante el mandato de Copello como Arzobispo porteño.  

A lo largo de los años, hemos visto en este Blog el blasón de Copello en la iglesia del Tránsito de María (levantada en honor de su padre y en la que se venera, por devoción personal de Copello, una imagen de la Virgen de Monteallegro), en la de San Isidro Labrador  (siempre presente en la piedad del Cardenal y en su Heráldica episcopal), en la de Santa María (recordada más arriba) y  en la de Nuestra Señora del Rosario; también en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires.

Vemos a continuación la iglesia dedicada a Santa Julia, y debajo de esta foto, otras dos que muestran el escudo del cardenal Copello en ese templo.  





Aunque "en los papeles" Copello gobernó la arquidiócesis porteña hasta 1959, la realidad es que, a causa de las tensiones políticas generadas en 1955 entre el gobierno argentino de entonces y la Iglesia Católica,  fue llamado a Roma en 1956; la sede porteña quedó a cargo del Arzobispo de Córdoba, designado Administrador Apostólico "Sede Plena" de la Arquidiócesis de Buenos Aires. 

Más tarde el mismo Arzobispo de Córdoba, que lo era monseñor Fermín Lafitte, fue trasladado a Buenos Aires como Arzobispo Coadjutor (lo que le daba derecho a la sucesión automática) reteniendo el carácter de Administrador Apostólico "Sede Plena". La situación se "normalizó" cuando San Juan XXIII designó a Copello al frente de la Cancillería Apostólica, en 1959; la sede porteña quedó vacante y monseñor Lafitte pasó inmediatamente a ser Arzobispo de Buenos Aires, si bien falleció menos de cinco meses después.
Ese mismo año, Copello cambió su Título cardenalicio por el de San Lorenzo in Dámaso. El cardenal Copello ejerció el cargo de Canciller hasta su muerte, ocurrida en Roma el 9 de febrero de 1967. Mañana se cumplen 50 años del tránsito de este piadoso pastor argentino.

Añadimos,  antes de continuar,  el escudo del cardenal en la puerta de la casa parroquial de Nuestra Señora del Socorro:
Escudo del cardenal Copello
en la Basílica de Nuestra Señora del Socorro
Al escudo episcopal y luego cardenalicio de Copello nos dedicamos en la entrada del 9 de febrero de 2011; sosteníamos allí que quizás Copello usó primero este escudo:



Por la presencia del símbolo franciscano, parece aludir al Arzobispo de Buenos Aires, de quien Copello fue Auxiliar durante varios años. Los símbolos del campo inferior siniestro nos resultan desconcertantes.  Pero los Corazones de Jesús y de María, y la imagen de San Isidro Labrador (en el escusón circular), son la impronta inconfundible de Copello, así como el lema "Veni Domine Iesu".

Luego Copello asumió el blasón episcopal que conocemos en su versión cardenalicia.



Terciado en faja. 1° de azur, los Corazones de Jesús y de María en su forma y esmaltes habituales. 2° de oro, San Isidro Labrador en una de sus representaciones iconográficas habituales: siendo ayudado por un ángel en la tarea del arado; 3° de sinople. Cruz arzobispal acolada en palo; galero de gules propio de la condición cardenalicia. Lema: "Veni Domine Jesu", es decir "Vén, Señor Jesús".

Respecto del milagro del arado, transcribimos lo que señala la página web de la Arquidiócesis de Madrid, patria del santo:  Estando Isidro, humilde labrador, al servicio del hidalgo Juan de Vargas, "va a producirse el milagro más conocido suyo y con el que ha sido representado en lienzos, grabados. etc. Tuvo lugar cuando su amo, ante la denunciada negligencia de su siervo, acude personalmente para compro­bar su comportamiento en el trabajo y observa como unos ángeles dirigían el arado mientras Isidro permanecía en oración".  En la página web de la parroquia porteña dedicada al santo, se aprecian varias imágenes de Isidro y del portento que acabamos de relatar; entre ellas las que siguen:



Mañana continuaremos este homenaje con otras referencias heráldicas relativas al escudo de Santiago Luis Copello.

Las fotos de Santa Julia, de la Capilla San Arnoldo  y del Socorro  las tomé en el año 2011.

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