Como una prueba más de que el mundo de los vinos finos es muy afín con la Heráldica, traemos aquí hoy el ejemplo del vino Goyenechea, cuyas etiquetas fotografié en octubre pasado.
El escudo, muy sencillo, trae sólo una torre de oro en campo de sable, y una bordura. Evoca lejanamente las armas atribuidas en general al apellido Goyenechea, aunque difiere notablemente de este en varios aspectos:
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