Ricardo Orlando Seirutti García nació en Buenos Aires en 1956. Cuando tenía apenas siete años se trasladó con su familia a la provincia de Córdoba, donde residió desde entonces.
Fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Córdoba en 1988.
En 2105 el Papa lo nombró Obispo Titular de Bela y Auxiliar de Córdoba. Recibió la consagración episcopal el 18 de diciembre de ese año.
Vemos junto a estas líneas su escudo episcopal, un tanto anómalo desde el punto de vista heráldico, sobre todo por sus esmaltes. No hemos encontrado explicación oficial acerca de este escudo. Reúne símbolos cristianos tradicionales (la nave, la cruz, la estrella) cuya interpretación no es difícil. El lema, "Pasó haciendo el bien", procede del discurso de Pedro después del bautismo de Cornelio, que relata el libro de los Hechos de los Apóstoles (10, 38).
Un fragmento de la homilía de monseñor Ñáñez, Arzobispo de Córdoba y consagrante principal, en la ceremonia de la ordenación episcopal, hizo referencia al lema elegido: «El lema elegido para tu episcopado te propone un camino que se concreta en el ir delante del pueblo santo de Dios, guiándolo; en medio acompañándolo y sintiéndote hermano de todos; y detrás sosteniéndolo y consolándolo, a la vez que aprendiendo de sus intuiciones y búsquedas». En otro momento de la homilía hubo una referencia a María, a la que sin duda evoca la estrella del escudo: «La Santísima Virgen ha estado siempre presente en tu vida de creyente y de ministro del evangelio: María del Rosario del Milagro, la patrona de la Arquidiócesis, María de la Merced la patrona de tu ciudad adoptiva, María de Loreto, la patrona del Seminario que te preparó para el ministerio sacerdotal. Que ella te acompañe y sostenga como acompañó y sostuvo siempre al Beato José Gabriel del Rosario Brochero, que seguramente hoy también nos acompaña con su intercesión unida a la de “su” querida “Purísima”».
La barca de la Iglesia con su mástil en forma de cruz completan este emblema. Los ornamentos exteriores son los que corresponden a la dignidad episcopal.
La barca de la Iglesia con su mástil en forma de cruz completan este emblema. Los ornamentos exteriores son los que corresponden a la dignidad episcopal.
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