Otro sábado del año del bicentenario nos invita a compartir versiones de nuestro Escudo Nacional.
En el número 121 del Boletín del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (correspondiente al mes de octubre de 1982) apareció un artículo que lleva como título el de esta entrada. Como hemos hecho en varios casos anteriores, y entendiendo prestar con ello un servicio a la causa de la Heráldica, lo hemos convertido de su formato original (mecanografiado, escaneado, convertido en pdf y subido a la página del Instituto) para transformarlo en un documento de Word, y lo transcribimos a continuación. Añadimos algunas imágenes del edificio (el Palacio de Aguas Corrientes) y del escudo a que se refiere el autor; todas son fotografías tomadas por mí en diversos momentos de los últimos cuatro años.
En el número 121 del Boletín del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (correspondiente al mes de octubre de 1982) apareció un artículo que lleva como título el de esta entrada. Como hemos hecho en varios casos anteriores, y entendiendo prestar con ello un servicio a la causa de la Heráldica, lo hemos convertido de su formato original (mecanografiado, escaneado, convertido en pdf y subido a la página del Instituto) para transformarlo en un documento de Word, y lo transcribimos a continuación. Añadimos algunas imágenes del edificio (el Palacio de Aguas Corrientes) y del escudo a que se refiere el autor; todas son fotografías tomadas por mí en diversos momentos de los últimos cuatro años.
El autor de la nota es el señor Félix Martín y Herrera.
"El imponente edificio central de la Administración de las
Obras Sanitarias de la Nación, ubicado en la Avenida Córdoba de esta Ciudad de Buenos Aires, entre las
calles Riobamba y Ayacucho, se halla recubierto como sabemos, de una suerte de mayólica
brillante y multicolor, otorgándole pintoresca traza. Toda ella trájose en numerados panes desde
Europa, y aquí es armada en 1887, fecha
que aparece en guarismos arábigos sobre la portada principal, abierta sobre
dicha Avenida.
Aplicados en diferentes
y equidistantes puntos del friso que circunvala la mole arquitectónica, lucen policromados
escudos provinciales y otros emblemas,
que algún día estudiaremos, y ya en la parte culminante del frontispicio, protegido por
barroco templete enclavado en la mansarda pizarrosa, campea un blasón nacional
de algo más de un metro y medio de
altura, asimismo moldeado en idéntica cerámica de viva gama, el que pasamos a
describir.
Ligeramente convexa, la ovalada insignia trae su ámbito
"cortado" para la Heráldica, es decir, dividido en dos partes iguales
por una línea horizontal, la superior de "azur" y la inferior de "plata" (blanca en la especie).
"Brochante sobre el todo" y puesta en "pal", o sea cruzando
verticalmente la raya divisoria por su mitad, vemos la "vara
recortada", que nosotros consideramos
siempre vero jeroglífico de la Justicia, la cual soporta en su ápice, inserto en el punto
central del cuartel alto, un gorro de "gules" (rojo), algo semejante
al frigio, con el frontal hacia diestra
(esto es la izquierda del observador), sin
orejeras, con gran repliegue borlesco y base plana y muy alargada; siendo el
tamaño de esta pieza del escudo, considerablemente mayor que el de casi todos
los casos contemplados hasta hoy. En el cuartel inferior, nace de cada flanco
un brazo humano de "carnación"
(color natural), uniéndose ambas manos —derecha o izquierda— sin apretarse, apoyadas sobre la mitad final
de la vara consabida, que concluye antes del borde de abajo.
Al timbre, va un sol "figurado" (con rasgos
humanos), de acusada convexidad,
exhibiendo la mayor porción de su cara, vale decir que la parte cubierta por la cúspide del
óvalo es pequeña, resultando que el astro luce en casi todo su esplendor, pero
muestra sólo unos quince o dieciséis rayos bien separados, todos rectos y cónicos, apreciándose el
colorido del conjunto como amarillento,
quizás "oro". Integra la ornamentación exterior, siguiendo el
contorno oval, una heráldica "guirnalda" al parecer de laurel, de "sinople"
(verde), frutada en parte de "gules",
que forman dos ramas unidas en la base por un lazo de colores argentinos, estando los remates
superiores muy separados, caso contrario, pues, al general, en que entrecrúzanse
arriba o al menos se tocan, integrando así la figura denominada "corona" en términos heráldicos.
La composición, toda perfectamente conservada, pese a su
edad casi centenaria, trasunta belleza escultórica, viveza de coloridos y firmeza en el diseño, conformando
un caso interesante, alejado por cierto, de los que podríamos considerar
clásicos dentro de la cambiante
arqueología de nuestro escudo nacional, que
venimos estudiando desde muchos años atrás, y acerca del cual daremos un día la síntesis final con su
corolario histórico-heráldico".
Sirva como homenaje en el mes de la Independencia y en la semana en que se cumplió el aniversario de la creación oficial (el 18 de julio de 1912) de la empresa Obras Sanitarias de la Nación.
Sirva como homenaje en el mes de la Independencia y en la semana en que se cumplió el aniversario de la creación oficial (el 18 de julio de 1912) de la empresa Obras Sanitarias de la Nación.
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