El Colegio Guadalupe ha cumplido 110 años en este 2013, y ha optado por unir los festejos principales con la fiesta del Nacimiento de María, que coincide con el aniversario de la fundación de la Congregación del Verbo Divino, a la cual pertenece.
Por ello hemos elegido la fecha de hoy, en la víspera de esa fiesta mariana, que se celebra el 8 de septiembre, para ocuparnos del escudo del Colegio Guadalupe.
Mural inaugurado en 1963; al pie de la imagen de la Virgen de Guadalupe pueden verse dos escudos |
Lo haremos transcribiendo en forma textual (salvo una errata evidentemente material, "éxtios" por "éxitos"), una nota publicada en el Anuario de 1947 de esa institución. Se titula "El escudo de nuestro Colegio" y nos permite saber, ante todo, que el emblema se encuentra en uso desde aquel año.
"En adelante nuestro Colegio tendrá su distintivo, no
sólo el conocido monograma C(olegio) G(uadalupe), sino un verdadero escudo lleno de simbolismo.
Quizá lo que más llame la atención sea su misma sencillez: trasunto del espíritu de nuestro instituto, que ha de ser sencillo como el espíritu del Venerable P. Fundador de la Congregación del Verbo Divino, a la cual pertenecen los sacerdotes y hermanos coadjutores del Colegio. Sencillo, y sin embargo rico en significado.
No pretendemos hacer aquí una descripción según todas las reglas de la heráldica; queremos tan sólo que nuestros alumnos y amigos conozcan lo que representa en valor interpretativo el escudo que en adelante nos identificará y nos unirá como alumnos y exalumnos.
Quizá lo que más llame la atención sea su misma sencillez: trasunto del espíritu de nuestro instituto, que ha de ser sencillo como el espíritu del Venerable P. Fundador de la Congregación del Verbo Divino, a la cual pertenecen los sacerdotes y hermanos coadjutores del Colegio. Sencillo, y sin embargo rico en significado.
No pretendemos hacer aquí una descripción según todas las reglas de la heráldica; queremos tan sólo que nuestros alumnos y amigos conozcan lo que representa en valor interpretativo el escudo que en adelante nos identificará y nos unirá como alumnos y exalumnos.
Los colores, son los dos más expresivos que podíamos
encontrar: el de nuestra Patrona, la
Virgen de Guadalupe, cuyo distintivo es el rosado y el azul celeste de nuestra querida bandera.
Domina en el campo superior la cruz, que recuerda la
cruz del escudo de la Congregación, y que es la señal de la cual esperamos
todos nuestros éxitos y todas las bendiciones para nuestra alma y para nuestra
vida escolar. La palma de laurel es el galardón prometido en la sagrada
Escritura a los que luchan con perseverancia hasta el final: triunfos en la
virtud y en las ciencias, cuyo recuerdo siempre renovado en el laurel el escudo nos ha de alentar a
afrontar con valor cuantos sacrificios las circunstancias nos exijan.
En el campo inferior, los símbolos del trabajo escolar imponen todo
su vigoroso significado: la tea de la
ciencia, que nos hará mejores iluminando nuestros pasos en prosecución de
nuestro ideal. Luz con que hemos de iluminar el mundo; luz que ha de recibir
toda su fuerza y verdadero sentido, de la luz del Evangelio, sin lo cual sería
un mero símbolo materialista y pagano. El libro abierto, instrumento de perfeccionamiento
y fuente de conocimientos, nos revela en
toda su plenitud y belleza el lema que nuestro Colegio ha tenido siempre como
norte y guía de sus trabajos: Dios, Patria y Ciencia. Con la ciencia seremos
útiles a la causa de Dios y de la Patria.
Gracias, Alejandro por este recuerdo del querido Colegio Guadaluoe.
ResponderBorrarY una duda: ¿quien fue el autor de este escudo?
Luis Fernández
Gracias, Luis. Lamentablemente, nada dice la crónica acerca del autor del escudo del colegio...
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