Monseñor Antonio Marino es Obispo Titular de Basti y Auxiliar de La Plata. Su escudo episcopal, sobre estas líneas, es cuartelado, 1° de azur, una cesta de la que sobresalen cinco panes, todo de oro, y dos peces superpuestos, también de oro, uno mirando a diestra y el otro a siniestra; 2° y 3° de gules, una columna de plata; 4° de azur, una estrella de cinco puntas, de oro. Cruz sencilla de oro acolada en palo. Divisa en la parte inferior con el lema "Amoris Officium", "Oficio de Amor".
En la página web de la Arquidiócesis de La Plata se expone la siguiente explicación del escudo episcopal. Citamos en forma textual, pero escribiendo el nombre completo de los documentos eclesiales, que allí se citan sólo por su abreviatura:
"El escudo contiene tres símbolos: una columna, cinco panes y dos peces, y una estrella. Los mismos están armonizados en torno a la idea de la Iglesia, "columna y fundamento de la verdad" (Tim 3, 15), la cual "vive de la Eucaristía" (Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia, 1) -prefigurada en el milagro de la multiplicación de los cinco panes y los dos peces (Jn 6)- y contempla en María a su madre y modelo inspirador (Cf. Lumen Gentium, cap. 8), simbolizada en la estrella, tradicional símbolo mariano, que evoca, además, el título dado a la Virgen por Pablo VI: "estrella de la evangelización siempre renovada" (Evangelii Nuntiandi, 82).
El color azul, que sirve de fondo tanto al simbolismo eucarístico como al mariano, significa el cielo. La mesa eucarística, en efecto, es anticipo sacramental del banquete celestial del Reino. María se destaca en el firmamento de la santidad como signo orientador para la Iglesia.
El fondo rojo, sobre el que aparece la columna de la Iglesia, simboliza la caridad. De este modo, el testimonio de la verdad del Evangelio, de la cual la Iglesia es depositaria, se une con forma inseparable al testimonio de la caridad pastoral, que es asumida como lema en las palabras de San Agustín (In Io 123, 5), que figuran en la bandera: amoris officium, oficio de amor".
En relación con este lema episcopal, monseñor Marino comenzó su homilía el día de su ordenación episcopal, el 31 de mayo de 2003, diciendo: “ 'Sea oficio de amor apacentar el rebaño del Señor'. Estas palabras, que pertenecen al más grande entre los Padres de la Iglesia latina, el obispo San Agustín de Hipona, sirven de lema inspirador para mi servicio episcopal que hoy se inicia: amoris officium, ¡oficio de amor!".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario