Esta imagen que hallamos en la Red muestra el escudo de un linaje de apellido Obarrio originario de Galicia y -con obvios errores ortográficos- cuenta algo acerca de él:
Esta es la biografía que trae el sitio de la Real Academia de la Historia:
Obarrio, Manuel de. Madrid, 1777 – Buenos Aires (Argentina), 1834. Contador, tesorero y comerciante.
Fueron sus padres Ramón de Obarrio y Bernarda Fernández. Instalado en Buenos Aires, muy joven ocupó el cargo de oficial meritorio en la Real Hacienda, desde noviembre de 1792. Durante las Invasiones Inglesas al Río de La Plata (1806-1807), Obarrio colaboró con Juan Martín de Pueyrredón en el reclutamiento de voluntarios, unos setecientos gauchos que se enfrentaron a los ingleses y que fueron derrotados en la Chacra de Perdriel, cerca del actual Campo de Mayo. Recuperada la ciudad, Santiago de Liniers confió a Obarrio la misión de llevar el parte informando de lo sucedido. Carlos IV lo nombró contador ordenador del Tribunal de Cuentas por decreto del 29 de marzo de 1807. Al regresar, trajo varias misiones oficiales y se convirtió en fiel colaborador de Liniers, nuevo virrey interino elegido por el Cabildo en vísperas de la segunda invasión. Años más tarde, estallada la asonada del 1 de enero de 1809 que pedía la destitución de Liniers, Obarrio lo respaldó de forma incondicional. Por su apoyo, Obarrio fue promovido a contador.
Estallada la Revolución de Mayo de 1810, Obarrio se mantuvo fiel a España y su incondicional fidelidad a Liniers le valió su cesantía. Debió emigrar y se estableció en Mendoza hacia octubre de 1812. Más tarde pasó a Chile y luego a Lima, donde el virrey Abascal lo designó tesorero del Banco Nacional el 20 de junio de 1814. Recomendado al rey de España, Obarrio fue elegido primer vista de la Aduana de Lima, conservando el de contador del Tribunal de Cuentas de Buenos Aires, en cuanto España recuperara el poder. Declarada la independencia del Río de la Plata en 1816, Obarrio se estableció en Río de Janeiro (Brasil), hacia mediados del año 1821. Más tarde retornó a Buenos Aires y se incorporó como socio a las actividades mercantiles de carácter marítimo que tenía su suegro, Francisco de Lezica. En la década de 1820 se volcó también a la adquisición de campos en la zona de Rauch. Falleció a los cincuenta y siete años. Fue su esposa María Josefa Cesárea Lezica. Obarrio recibió de Fernando VII la Cruz de caballero de la Orden de Isabel la Católica.
Como vemos, se trata de una figura muy ligada a hechos destacados de nuestra historia.
Respecto del escudo, nada podemos afirmar con certeza. Por otro lado, el título de Conde de Tomentosa, según la misma Real Academia, le fue otorgado en 1794 a Miguel Obarrio Montenegro (1742-1797), que tuvo tres hijos, ninguno llamado Manuel. No sabemos la relación de nuestro Manuel con Miguel, el conde.
Cortado. 1° de oro, una cruz floreteada, de gules. 2° de plata, un árbol de su color del que pende, a diestra, un caldero de sable, y acostado a siniestra de un lobo de lo mismo.
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