Estamos en verano, y la mirada de los habitantes de la gran ciudad se dirige espontáneamente a la costa atlántica, principal destino vacacional del país.
También nuestra mirada heráldica toma esa dirección. Por eso hemos elegido una localidad atlántica para la entrada de hoy. Se trata de la localidad de Ostende, ubicada en el partido de Pinamar.
Ostende remonta sus orígenes al año 1908, cuando los belgas Fernando Robette y Agustín Poli llegan a la Argentina para crear una ciudad balnearia; la imaginan y la diseñan semejante a la Oostende de su patria de origen, y por eso la bautizan con el mismo nombre.
Su ambicioso proyecto urbanístico-turístico comenzó a dar frutos con la colocación de la piedra fundamental, el 6 de abril de 1913, que es considerada la fecha fundacional de Ostende. Ese día se labró un acta con un texto en latín realizado por el acuarelista Angel Hugo Premí. El mismo artista diseñó el escudo de la nueva ciudad, que acabamos de ver sobre estas líneas y seguiremos viendo en otras versiones.
El escudo de Ostende adopta la forma tradicional de los escudos de estilo alemán. La figura principal representa a una náyade (generalmente rubia), recostada sobre un bote de pesca; lleva en su mano lo que parece una caracola en forma de cuerno. En el fondo, un mar de color verdoso (o azul) y un cielo celeste seminublado; en el horizonte, a diestra, un sol naciente de oro.
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En el ángulo inferior izquierdo, el escudo de Ostende |
A modo de curiosos sostenes y soportes, un salvavidas (con el nombre de la localidad), un delfín, unas gaviotas, y el banderín bicolor representativo de la localidad (también presentado el 6 de abril de 1913): celeste y blanco con la "O" del nombre Ostende en oro.
Por timbre, lleva una corona mural de tres torres.
Un escudo extravagante y curioso, pero interesante.