En las ventanas de esta propiedad se ven dos hermosos vitrales con sendos leones rampantes de oro en campo de gules, miarndo en direcciones opuestas, como se ve en la composición fotográfica de arriba.
Sobre la misma ventana, otro león rampante, esta vez en relieve.
En esta casa tuvo lugar la anécdota relatada anteayer.
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