Escudo de los Quiroga

Otro apellido muy evocador para los argentinos -Quiroga- nos toca hoy en este recorrido por "escudos de familias sanjuaninas". El más famoso de los Quiroga, Facundo, aunque era riojano, fue el protagonista de una célebre obra de Domingo Faustino Sarmiento, con quien además estaba lejanamente emparentado.

En Recuerdos de Provincia, aludiendo al entonces Obispo de Cuyo, dice  Sarmiento:

A mediados del siglo pasado el apellido Sarmiento se extingue en San Juan por la línea masculina. Entonces los hijos de una señora Doña Mercedes Sarmiento y de un Quiroga toman el apellido de la madre, tradición que perpetúa el actual Obispo de Cuyo apellidándose de Quiroga Sarmiento. En 1650 encuéntrase en los archivos registrado el nombre de una señora Doña Tránsito Sarmiento. De ahí para adelante se me pierde la traza de esta familia, y los más laudables esfuerzos de mi parte no han alcanzado a ligarla al adelantado Sarmiento, fundador de la colonia de Magallanes de aciaga memoria, no obstante haber tradición de que los Sarmientos de San Juan eran viscaínos como aquel. Habría saltado de contento de haber podido referir a tan noble origen mis esfuerzos por repoblar el Estrecho. 

Pasemos al escudo de los Quiroga. Lo hemos visto al pasar en la entrada  del 20 de diciembre de 2012, dedicada a Luis Mc Garrell, autor de esta soberbia versión.

De entre los varios escudos atribuidos a linajes de apellido Quiroga, este que vemos aquí corresponde, según lo que pudimos averiguar, al Gobernador y Capitán General de Chile, Rodrigo de Quiroga, que usó, según el sello de una información rendida ante él en la ciudad de Concepción, este blasón: «Cuartelado: 1º, en campo de plata, un árbol de sinople y el lobo de sable pasante al pie del tronco por Quiroga; 2º, en campo de oro, un castillo de gules; 3º, en campo de gules, tres palos de oro, y 4º, en campo de gules, con dos lagartos de su color, puestos en sotuer, cuyos cabezas y colas asoman bajo una losa de plata. Las armas del cuarto cuartel corresponden al apellido Losada, tan enlazado con el de Quiroga».