En 1973, María Elena Walsh publicó su "Aria del Salón Blanco". Era una canción referida a Jorge Garrido, quien durante más de 35 años (entre 1940 y 1976) fue Escribano General del Gobierno de la Nación, cargo que ejerció después de su padre, que cumplió las mismas funciones entre 1902 y 1940. Durante los tres primeros cuartos del siglo XX los Garrido vieron pasar gobierno tras gobierno desarrollando, imperturbables, su solemne tarea.
El señor Jorge Garrido,
escribano de gobierno,
bajo el busto de la Patria
vio pasar más de un invierno.
Vio mandar más de uno al cuerno.
El filósofo escribano
piensa que los juramentos
como a las hojas de otoño
siempre se los lleva el viento.
O quizás un regimiento.
Bombas y comunicados
no le alteran nunca el gesto.
Él inscribe en la historia
al funesto y al depuesto.
Y al que ponen de repuesto.
Él está firme en su puesto
ante páginas tachadas,
y en el fondo de su almita
piensa que no somos nada.
Que uno se hunde y otro, nada.
Al señor Jorge Garrido
no lo asustan los cañones.
Él anota, firma y tacha
pero nadie lo depone.
Nuestras felicitaciones.
Toda esta larga introducción sirva para mostrar que los Garrido, cuyo escudo presentaremos hoy, es una familia de largo arriago en la Argentina. Mostraremos el escudo de los Garrido según la consulta realizada en 1965 a la revista Mundo Hispánico, número 211. Esta es la respuesta publicada entonces:
Con sus esmaltes, así se ve el escudo:
En campo de oro, una banda de gules, engolada en cabezas de dragones de sinople, y acompañada de dos lobos de sable, uno a cada lado; bordura de gules, con ocho aspas de oro. Divisa: "Garrido de Dios Ayuda".
Con el escudo de los Garrido celebramos haber llegado a la entrada número 4500 de este Blog.
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