Según su propia definición, según aparece en sus sitios web, «la Comunidad Misionera de Jesús es una institución apostólica formada por clérigos y laicos, célibes y matrimonios, varones y mujeres, que unidos en una sola vocación misionera y un solo carisma específico, sirven a la Iglesia anunciando el reino de Jesucristo entre aquellos que están más alejados y necesitados de Dios».
Se trata de una una Asociación Pública de Fieles erigida en Ciudad del Este, en el Paraguay, que «realiza su trabajo en y desde esta diócesis», buscando «iluminar los corazones con la luz de la Palabra de Dios: Jesucristo» con «la misión de anunciar esa Palabra e iluminar con ella a los hombres que viven en las tinieblas del pecado».
Tan nobles propósitos vienen acompañados de una esbelta heráldica, como se puede apreciar. No tenemos datos oficiales sobre el blasón.
Cuartelado en cruz. 1° de sable, una cruz patada de oro. 2° de gules, una llama de fuego, también de oro. 3° de gules, dos rosas heráldicas de oro puestas en banda. 4° de sable, tres fajas ondeadas de oro. En el punto central del cuartelado, una estrella de plata de ocho puntas. Espada de su color acolada en palo. Lema: «Vos estis lux mundi», es decir, «Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 14).
Publicamos esta entrada en el día de la Presentación del Señor, en que celebramos «un misterio de la salvación realizado por Cristo, al cual la Virgen estuvo íntimamente unida» (cfr. Marialis Cultus, 7) y en el que recordamos -en relación con los propósitos y el lema del instituto cuyo escudo compartimos hoy- la frase de Simeón referida a Cristo: «Luz para iluminar a las naciones».
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