Si buscamos el escudo de Vértiz nos encontramos con esta variante:
En el escudo del Virrey, el jaquelado parece haber salido del escudo para formar la franja que separa los campos superiores de los inferiores.
El segundo cuartel del escudo de nuestro Virrey corresponde al linaje de los Salcedo, apellido de su madre. Aquí nos encontramos con una interesante y compleja historia heráldico-genelógica, que por su extensión excede los propósitos de este Blog. Trataremos de resumir lo esencial; el lector interesado puede consultar el apartado "Marroquín" del sitio Heráldica Hispana, de donde obtuvimos esta información.
Remontémonos en la historia hasta el siglo XIII en Vizcaya. Encontramos allí a Sancho Ortíz de Salcedo, hijo de don Fortún Sanz de Ayala y Salcedo -Señor de Ayala, Salcedo, Orduña, Zuya y Urcabustaiz-, y de María Sánchez de Santa Marina de Güeñes.
Sancho acompañó al Conde de Vizcaya, Diego López de Haro, en su breve exilio a Marruecos. A su regreso, por ese motivo, fue apodado "el Marroquín"; de allí procede el apellido Marroquín. Tras la batalla de las Navas de Tolosa, por destacarse notablemente en el combate, recibió del Rey Alfonso VIII y del Conde de Haro numerosas concesiones y privilegios en Vizcaya. Heredó el Señorío de Salcedo a la muerte de su padre en 1228.
El apellido "Salcedo" tenía como escudo original el formado por un sauce sobre un río (el río Salcedón o Cadagua). Algunas variantes de este blasón fueron: un sauce arrancado; uno o dos sauces sobre ondas de agua.
Por su parte, Rodrigo Sanz de Salcedo (tío de Sancho Ortiz Marroquín), venció a Don Pedro Hurtado de Mendoza. Al escudo original de los Salcedo le superpuso Rodrigo, en recuerdo de su acción, un escudete con cinco panelas verdes en campo de oro, tomadas del escudo del vencido, como lo recuerdan los siguientes versos:
"Al Escudo Salzedano
De dos Salzes sobre un río,
Añadí con mucho brío,
Las Panelas con mi mano".
En Heráldica Hispana se explica lo siguiente: "Debido a que Fortún (Hurtado) Sanz de Salcedo, padre del primer Marroquín y Señor de Ayala y Salcedo, se contó entre los quinientos caballeros que al mando del Señor de Vizcaya tomaron Baeza el 30 de noviembre, día de San Andrés, de 1227, los Ayala-Salcedo añadieron una orla o bordura de gules con ocho aspas o cruces de San Andrés en oro a los escudos de ambas casas. De él se dijo:
" Ocho aspas en campo rojo
Fortún de Salcedo orló,
cuando con sublime arrojo,
de Baeza con enojo
a los moros arrojó".
Es por ello por lo que en algunas ocasiones suelen aparecer las armas de la familia con esa modificación".
Volvamos al escudo de nuestro Virrey: se ve claramente un árbol, que desde luego presumimos que es un sauce, y brochante un escudete con cinco panelas y una bordura, aunque no se ven las aspas que acabamos de evocar.

Nos ha sido más arduo desentrañar el significado del tercer cuartel, sobre todo porque a primera vista supusimos que los animales que se ven allí son dos caballos. Si fueran lobos, podríamos remitirnos a lo mencionado más arriba (las armas originales de Bértiz) o al escudo de los Marroquín de Montehermoso: En campo de plata, dos lobos pasantes de sable dispuestos en palo, y la bordura de gules con ocho aspas de San Andrés en oro. Se trataría del "escudo personal de Fortún Sánchez de Salcedo, VI Señor de Ayala, quien, como ya hemos dicho al hablar del primer escudo, añadió las cruces de San Andrés para conmemorar la toma de Baeza en 1227. De él pasaron a su hijo (...) Estas armas aparecen en los cuarteles de varios escudos Marroquines, de Guriezo, Altable (Bureba de Burgos) y Viana (Navarra)", según la información que ofrece Heráldica Hispana.

El cuarto cuartel corresponde a las armas que traían los Enríquez de Navarra (cuartelado: 1° y 4°, en campo de gules unas cadenas de oro puestas en cruz, aspa y orla (Navarra); 2° y 3°, en campo de plata un león rampante de azur). Otras versiones tren los mismos símbolos pero en un partido. Recordemos que Enríquez de Navarra era el segundo apellido de la madre del Virrey Vértiz.
Queda abierta la cuestión para seguir dilucidando el simbolismo del blasón del segundo Virrey de Buenos Aires. También los complejos ornamentos exteriores merecerían un análisis.
Un motivo ulterior para ocuparnos de Vértiz en este mes en que recordamos los 30 años de la recuperación de nuestras Malvinas, es la expresa mención de las islas entre los títulos del Virrey:
Ello demuestra desde qué remotos tiempos los rioplatenses teníamos clara conciencia de ser los dueños de las Islas Malvinas, y cuán injusta, por tanto, fue la brutal usurpación de 1833.
Así rendimos homenaje al Virrey que desplegó "una de las gestiones más brillantes que haya realizado jamás la administración española en América", en palabras extraídas del libro "Blasones de los Virreyes del Río de la Plata". De esa publicación obtuvimos parte de la información que compone esta entrada, así como la imagen del escudo y el texto que precede a estas líneas (imágenes a su vez procedentes de "facsímiles coetáneos de la Real Imprenta de Niños Expósitos"). Los bosquejos biográficos e históricos de dicho libro (editado en Buenos Aires en 1945 por la Institución Cultural Española) pertenecen respectivamente a Pedro Massa y a Sigfrido Radaelli.