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miércoles, 10 de octubre de 2018

"Castilla es mi corona" (2 de 2)

En el marco de esta semana de homenaje a España, ofrecemos hoy la segunda parte de "Castilla es mi corona", serie de dos entradas inspiradas en el libro de igual nombre.   Dicha divisa formó parte del escudo de la ciudad de Montevideo. En la entrada de hoy ofrecemos los fragmentos que más específicamente se refieren a la Heráldica del blasón de la capital del país hermano.


«El Escudo corresponde a mi juicio, a la categoría que la Heráldica denomina “Armas Parlantes”; son las que representan un objeto de nombre igual o parecido al de la persona o Estado que las usa, por ejemplo, el León para las Armas del Reino de León, el Castillo para las del Reino de Castilla, la fruta Granada para las del Reino de Granada. 

Lo mismo dícese de las monedas cuyo tipo recuerda, por una especie de juego de palabras, el nombre de la ciudad que representan. 

Es indudable que el Monte (o Cerro) con las ondas del mar a sus pies representa a Montevideo, por la semejanza terminológica, como también porque es un accidente topográfico prominente que desde su descubrimiento individualiza al lugar de la ciudad; y el Castillo en la cima o corona de aquel Monte se refiere precisamente a Castilla. El Castillo es el mismo que ostentan las armas de Castilla, con tres torres u homenajes, la del medio mayor que las otras; dícense Castillos Donjonados. Tienen ambos Castillos una puerta central y dos ventanas a los lados de la puerta. La ubicación del Castillo en el coronamiento del Monte simboliza la unión de la ciudad o la provincia a Castilla, que es su Corona.

El Castillo no representa la fortaleza del Cerro que conocemos, porque ésta recién se terminó de construir en 1809, y el Escudo data del siglo anterior, muy probablemente de la fundación de la ciudad en 1730. Ni tampoco simboliza su carácter de plaza fuerte amurallada, que no lo fue, en el período inicial de la población.

Para completar el simbolismo heráldico, las ondas del mar al pie del Monte, además de identificar a Montevideo, significan su cualidad de puerto de mar; y el Saurio en la heráldica indica fidelidad, la que habrá de reclamarse a sus moradores ante las amenazas de distintas procedencias, y singularmente de los portugueses.

El distinguido especialista, Prof. don Ricardo Goldaracena “se inclina a pensar que el Castillo de las Antiguas Armas capitalinas es una alusión al carácter de baluarte militar o plaza fuerte que tuvo Montevideo, o una referencia directa a Castilla, a cuya potestad se remitía la divisa en estudio”.  Esta última opción ha de ser definitivamente la preferida, por lo que se ha expuesto (...)».



Respecto de la frase que da título al libro (y a esta entrada), el autor añade que «según la Heráldica, la Divisa consiste en una breve y expresiva sentencia, en simples letras, o en figuras, sin palabras; puede ser de dos clases: perfecta o imperfecta». La primera «consta de cuerpo y alma, esto es, de figuras o emblemas y de palabras apropiadas» mientras que la llamada "imperfecta" «es la que sólo tiene una de estas dos cosas: o figuras o palabras».

«La divisa del escudo de Montevideo consiste en una breve y expresiva sentencia. Esta ofrece una identidad de sentido tan plena con las Armas Parlantes de aquel blasón que no necesita de más cuerpo, o sea, de otras figuras o emblemas. El lema “Castilla es mi Corona”, versión apropiada y explícita del simbolismo del Monte, a orillas del mar coronado por el Castillo, ha sido puesto encima de éste para orientar la comprensión de tales figuras hacia aquel sentido primordial. Aún si carecía de base legal, dicha inclusión no variaba ni añadía al significado de las Armas, antes bien lo confirmaba». Pero las transformaciones políticas en el siglo XIX y la desaparición de la Corona «hicieron perder la percepción de la coincidencia entre as Armas Parlantes y la Divisa, entre el cuerpo y el alma de ésta. Sólo se vió en el Escudo el simbolismo heráldico común, secundario para este caso, del Monte y del Castillo: Firmeza, Elevación, Fortaleza, Defensa, Fuerza, y la Fidelidad aludida por el Saurio».

Hemos transcripto en la entrada de ayer y en la de hoy sólo unos fragmentos de los dos primeros capítulos del libro "Castilla es mi corona", omitiendo las referencias bibliográficas. La obra consta de 28 capítulos en más de 230 páginas; esos dos capítulos iniciales son los que interesan directamente a nuestro propósito heráldico.

martes, 9 de octubre de 2018

"Castilla es mi corona" (1 de 2)

Continuamos honrando a España en esta semana de la Hispanidad. Hoy y mañana el homenaje toma la forma de un lema que dice mucho: "Castilla es mi corona". A través de este lema nos ocuparemos del escudo de la capital uruguaya, y de otras cuestiones conexas.


Encontramos este escudo en la Red. Obviamente es un escudo de Montevideo. Pero nos llamó la atención la frase de la bordura: «Castilla es mi corona». Entonces nos pusimos a investigar sobre el tema, y la indagación nos condujo a comprar el libro de igual título, de Gastón Barreiro Zorrilla, publicado en la capital uruguaya en 1992, y que lleva como subtítulo «Divisa de los Escudos de Montevideo en la época Indiana». El autor es uruguayo.

El libro no tiene una temática exclusiva ni principalmente heráldica. Pero ⎼sobre todo en los primeros capítulos⎼  hace numerosas referencias que interesan de modo particular a nuestra disciplina.

Por ello, entendiendo prestar un servicio a la causa de la Heráldica en el Río de la Plata, transcribiremos algunos fragmentos que permiten conocer más acerca de este escudo montevideano.

El Capítulo I del libro se titula «“Castilla es mi Corona”, primera divisa de Montevideo»y comienza diciendo: 

«Este título convida a una excursión de índole cultural por las comarcas de nuestro pasado en los campos de la heráldica y de la Historia de las ideas políticas, jurídicas y constitucionales.

“Castilla es mi Corona”, esta fue la primera divisa de Montevideo y también la cifra de nuestra primera Constitución política.  ¿Cuál es el origen de esta divisa? Aparece en la figuración del Escudo de Montevideo en distintas formas y circunstancias. Por ejemplo en diversas medallas conmemorativas mandadas acñar por el Cabildo de Montevideo para celebrar las Proclamaciones o Juras Reales.

En la confeccionada para la Jura del Rey Don Carlos IV en 1789 figura en el reverso el Escudo: En el campo, el Monte o Cerro; en su cima un Castillo de tres torres; a su pie, un saurio y ondas de agua; en una cinta sobre el Castillo, el lema o divisa “Castilla es mi Corona”.

No se conoce hasta ahora ninguna real cédula o documento escrito sobre el Primer Escudo de Armas de la Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo. Pero este mote heráldico que comentamos no luce en las armas grabadas en la medalla acuñada para la Proclamación del Rey Don Fernando VII efectuada el 12 de agosto de 1808, en medio de dramáticas noticias y circunstancias. Est sustituido por la inscripción: “Fernando VII”, encima del Castillo que corona el cerro. De ahí que Andrés Lamas, insigne polígrafo, excluya aquel lema del Escudo por no permanente y, por tanto, transitorio y ocasional. Pero si no en el Escudo, la divisa mencionada aparecía en el Pendón Real, en las ceremonias públicas y en esa misma proclamación de Fernando VII. Para esa ocasión, se revistió la fachada del Cabildo con una ornamentación en la que figuraba el retrato de Fernando VII, y encima del dosel un gran cartel con la inscripción “Castilla es mi Corona”.  

El mismo Lamas, al definir la divisa heráldica como la “expresión concentrada de un sentimiento, de un designio, de una cualidad característica, o de una tradición o suceso histórico, mueve a investigar los antecedentes de la Fundación de Montevideo para ver si derraman algunas claridades sobre el origen de la divisa “Castilla es mi Corona”».


Portada del libro
«En los primeros actos y documentos públicos referentes a los territorios del Río de la Plata aparece una vinculación con la Corona de Castilla. Así en la Capitulación Real con Pedro de Mendoza, Primer Adelantado del Río de la Plata, suscrita por el Rey Carlos I de Castilla, el 21 de mayo de 1534 en Toledo, se lee que “Primeramente Vos doy licencia y facultad para que por Nos y en nuestro nombre y de la Corona Real de Castilla, podáis entrar por el dicho río de Solís, que llaman de La Plata, hasta el Mar del Sur, donde tengáis 200 leguas de luengo de costa de Gobernación... y conquistar y poblar las tierras y provincias que hubiere en las dichas tierras”».

Luego el autor refiere otras menciones a la Corona de Castilla, como por ejemplo en la Capitulación Real con Juan de Sanabria (1547) y en una carta de 1609 enviada por Hernandarias a Felipe III, entonces Rey de España y Portugal, en la que refiriéndose a «la banda norte del Río de la Plata», dice: «Aquello está en la Corona de Castlla y no en la de Portugal”». «Obsérvese -añade el autor-: Aunque tengan el mismo Rey, las coronas eran distintas».

Más tarde y en otro contexto político, Portugal invade la Banda Oriental y funda allí la Colonia del Sacramento. Como sabemos, Colonia será epicentro de interminables conflictos entre España y Portugal a lo largo de casi un siglo. En 1723, los portugueses «se propusieron un establecimiento en la Bahía de Montevideo». El intento fue rechazado gracias a la intervención del gobernador de Buenos Aires, Bruno de Zabala. Se trata de los orígenes de la ciudad de Montevideo:  
«Luego de una serie de etapas poblacionales y organizativas la erección en Ciudad se operó por Decreto del Gobernador Zabala el 20/12/1729.
El 1° de enero siguiente constituyó el Cabildo y designó sus miembros. Posteriormente, en Buenos Aires, nombróse Cura Párroco al Dr. José Nicolás Barrales, quien se presentó al Cabildo el 5 de abril, detalle importante: conduciendo el Pendón Real para la novel Ciudad. 
El Pendón Real llevaba las Armas Reales de un lado, y las de la Ciudad del otro lado. Así era el uso y costumbre de las Ciudades de Indias. 
El Estandarte Real que puede verse en el Museo de nuestro Cabildo cumple con ese uso y costumbre. El Cabildo le hizo confeccionar, el 17 de abril de 1810, a consecuencia de la Real Cédula que concedió los honores de la Reconquista de Buenos Aires al Escudo de Montevideo. 
Es presumible la conformidad del Estandarte con el uso anterior seguido en los varios Pendones empleados a lo largo del Siglo XVIII»

Monumento a Bruno de Zabala
en Montevideo
El  autor señala que debe presumirse que «el Pendón Real enviado por Zabala desde Buenos Aires, y traído por el primer Cura Párroco de la Ciudad, lucía las Armas de Montevideo con la divisa en estudio, otorgadas provisoriamente por el Gobernador a la espera de la confirmación por el Monarca». 


«La concepción del Escudo, su composición, fluyen directa y naturalmente de la coyuntura histórica dentro de la cual se cumplió la fundación de Montevideo», es decir, «la disputa de soberanía entre las Coronas de Castilla y de Portugal» y la afirmación del derecho de la Corona de Castilla que iba implícita en la fundación de Montevideo ejecutada por Bruno de Zabala.

En virtud de la Ley Fundamental del Reino de Castilla e Indias, Castilla era «Corona de las Indias Occidentales; Montevideo, nueva Ciudad Indiana, establecida en un territorio amenazado por la Corona de Portugal, y por otros enemigos, debía proclamar en sus armas Ciudadanas su pertenencia y fidelidad a la Corona de Castilla».

Mañana, la segunda entrada de esta serie.