En diciembre del año pasado visitamos el breve pasaje El Delta y nos encontramos con una hermosa muestra de Heráldica en una fachada.
Un sencillo cuartelado que podemos suponer de azur y plata.
En 2° y en 3°, una flor de lis.
En diciembre del año pasado visitamos el breve pasaje El Delta y nos encontramos con una hermosa muestra de Heráldica en una fachada.
Un sencillo cuartelado que podemos suponer de azur y plata.
En 2° y en 3°, una flor de lis.
En este vitral ubicado sobre la puerta principal de la iglesia dedicada a Santa Rosa de Lima, de la ciudad de Bragado, está representado simbólicamente el momento en que el Congreso de Tucumán la declara Patrona de la Independencia Argentina. Se ve la imagen de la santa en un nicho sobre el Escudo Nacional rodeado de banderas argentinas. Se trata, por supuesto, de una alegoría.
Un par de meses después de la declaración de nuestra Independencia, Fray Justo Santa María de Oro -diputado por San Juan- presentó una moción para que se eligiera a Santa Rosa de Lima como patrona de la independencia.
El 14 de septiembre de 1816 Fray Cayetano Rodríguez (encargado de "El Redactor del Congreso") escribió:
“Leída y suscrita el acta del día anterior, el diputado padre Oro hizo moción para que se elija por patrona de la Independencia de la América a la Virgen americana Santa Rosa de Lima, ocurriendo al Sumo Pontífice oportunamente por la aprobación y confirmación de dicho patronato y concesión de gracias y prerrogativas, que como a tal deben corresponderle. Fue apoyado suficientemente esta piadosa moción, e inmediatamente sancionada por aclamación”.
"Sicilia" es el nombre de un local gastronómico que funciona en un shopping de Asunción del Paraguay. En enero tomamos allí las dos fotos de esta entrada,
De una página sobre Italia tomamos la información que sigue:
El símbolo de la Trinacria o Triscele es muy antiguo, o al menos, las tres piernas flexionadas y dando la sensación de un movimiento perpetuo (...). En Sicilia, la Triscele pasa a convertire en Trinacria, pues son tres los promontorios o montes principales de Sicilia, en sus tres puntas, formando un triángulo. En griego τρία (tría, tres) y ἄκρα (akra) quiere decir “los tres montes”, Messina, Palermo y Noto, en las tres puntas respectivas.
El nombre de Trinakria se refiere por excelencia a la Sicilia, aunque el símbolo sea más antiguo y se pueda apreciar en variadas monedas helenas de la antiguedad. Al centro, la cabeza de Medusa, la gorgona de la mitología griega, con cabellos de serpiente. Quien miraba a Medusa quedaba convertido en piedra. Y alrededor de todo, una inscripción en griego: ταν πανορμι (todo puerto), de donde viene también el nombre de Palermo, capoluogo de Sicilia. Los romanos agregaron luego las espigas de trigo, símbolo de la fertilidad de la isla, a la que llamaban “el granero del imperio”.
La trinacria está presente en la bandera de Sicilia:
La bandera surgió durante i vespri siciliani (las vísperas sicilianas) del año 1282, cuando al toque de la hora de vísperas los sicilianos se agruparon para expulsar a los normandos. El color rojo de Palermo se unió al amarillo de la bandera de Corleone, y así el paño rectangular de la bandera se divide en dos triángulos isósceles, uno de color rojo y otro amarillo.
La actual bandera conserva los colores dispuestos como en el s. XIII, pero se agregó en el centro la Trinacria, y así se dispuso en el año 2000, cuando se la declara como bandera oficial de la región.
De la antigua Grecia al Río de la Plata: tal el viaje de la misteriosa trinacria a través del tiempo y el espacio. Como vimos en las fotos, "Sicilia" es una pizzería... y las porciones de pizza son triangulares... como Sicilia.
Hoy se cumple un año de la elevación a la dignidad cardenalicia del actual Arzobispo de Asunción del Paraguay, Adalberto Martínez Flores. Pocos días después de ese consistorio publicamos una nota sobre el escudo del nuevo cardenal, anticipando cómo debería verse con el cambio de los ornamentos exteriores que tendría que producirse.
Pero más tarde el sitio oficial de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción publicó una descripción y explicación del escudo cardenalicio, añadiendo y corrigiendo algunos puntos de la que aparecía anteriormente, y con una nueva versión del blasón. De hecho, toda la larga justificación de los siete colores del arco iris es totalmente nueva. Llama la atención la referencia a Chiara Lubich y a los focolares, ya que de la biografía oficial del prelado no surge que haya tenido ninguna relación, en su vida pastoral, con ese movimiento.
Transcribimos textualmente la «Explicación catequética de la adaptación del escudo de armas del Cardenal Adalberto Martínez Flores, Arzobispo de la Santísima Asunción, en su misión de Cardenal de la Iglesia».
«Los elementos originales del escudo episcopal de Monseñor Adalberto no han sido alterados, sino que se han añadido algunos símbolos propios de la dignidad cardenalicia.
Lema episcopal
Por debajo del escudo aparece la divisa con el lema personal del Arzobispo: «Que todos sean uno» (Jn 17,21).
La víspera del sacrificio de la Cruz, Jesús mismo ruega al Padre por sus discípulos y por todos los que creerán en Él, para que sean uno como Él y el Padre son uno.
ELEMENTOS DEL ESCUDO CENTRAL
La Cruz
En el centro del escudo hay una cruz cuyos extremos se abren como pétalos que hablan de la fecundidad del Árbol de la Salvación.
El mismo Cristo llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la Justicia; «con cuyas heridas habéis sido curados» (1P 2,24).
En el centro de la cruz se halla insertado un diamante, que representa al Crucificado. El apóstol Pablo nos dice: «Así, mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; fuerza de Dios y sabidurías de Dios» (1Cor 1, 21–25). Cristo crucificado es la diadema de la fuerza y sabiduría de Dios.
Los colores de fondo
Como trasfondo del escudo, la explosión de los siete colores del arco iris. Estos colores forman parte de los estatutos canónicos de los Focolares, reconocidos por la Iglesia como «aspectos concretos de la Obra».
Nacidos de una intuición mística de Chiara Lubich, los siete colores resumen y representan siete facetas de la caridad, alrededor de las cuales se articula el movimiento de los Focolares.
Cada color tiene su fuente en la Palabra de Dios. Chiara Lubich compara el amor con la luz que, al pasar a través de una gota de agua, nos permite admirar los colores del arcoíris. Así como el arcoíris es rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, así la vida de Jesús en nosotros, el Amor, se expresa de varias maneras.
Rojo: el amor obra la comunión
«Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura». (Mt 6,33)
El color rojo se relaciona con el dinero, el trabajo, la solidaridad. El amor produce la comunión. Es decir, nos empuja a compartir lo que poseemos, tanto los bienes espirituales como los materiales. El rojo considera el trabajo como una participación en la construcción de la sociedad, generación de bienes para ponerlos al servicio del prójimo.
Naranja: el amor se irradia
«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!». (Lc 12,49).
El color naranja llama al testimonio y al resplandor. Jesús en nosotros, el Amor, sería irradiación de amor. Se caracteriza por el amor recíproco como primer apostolado que genera un pueblo nuevo. El naranja también se presenta en la evangelización y la apertura al otro.
Amarillo: el amor eleva el alma
«Una sola cosa es necesaria». (Lc 10,42)
Este versículo hace referencia a la visita de Jesús a Marta y María. Lo único necesario es escuchar la Palabra. Este tercer aspecto evoca la espiritualidad y la vida de oración, la comunión con Dios y con el prójimo. El amarillo reconoce el amor al hermano como camino directo hacia la santidad, devuelve su valor al sufrimiento como unión con Jesús crucificado y abandonado. Incluye la oración, la meditación, los sacramentos, pero también se expresa en la ética y el compromiso responsable en el ámbito vital.
Verde: el amor sana
«Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos». (Mt 18,20)
Jesús, el Amor en nuestros corazones, es nuestra salud.
Esto incluye la salud espiritual, pero también la salud física y mental. El verde atiende a todo lo que promueve la salud del cuerpo: el clima de amor entre todos, la calidad de las relaciones interpersonales, pero también el descanso, la relajación, la comida, el deporte. También incluye la enfermedad, la muerte, el cuidado de los enfermos, la resurrección, la relación de amor que continúa con los difuntos. El verde comprende la ecología como garante de la vida de la humanidad y del planeta.
Azul: el amor reúne a las personas
«Fíjense en los lirios…» (Lc 12,27).
Jesús, en nosotros, reuniría los corazones. El azul habla de la armonía entre las personas y su manera de vivir según el modelo de la Trinidad. El amor hace de una asamblea una Iglesia. El azul expresa así la belleza, el buen gusto, la armonía, el arte en todas sus variantes. Encuentra su expresión en el orden, la limpieza, la vestimenta. Abarca la sociología y convivencia armoniosa.
Índigo: el amor es fuente de sabiduría
«El que me ama, yo lo amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21).
El índigo tiene que ver con la sabiduría y el estudio. Hemos recibido dones del Espíritu Santo, él nos ilumina en la búsqueda de la verdad. El índigo o añil nos empuja a estudiar, a comprender y a conocer para amar mejor. Trata de la educación, los estudios, la cultura y la formación, motivados por el espíritu de la sabiduría.
Violeta: el amor crea unidad
«Que todos sean uno» (Jn 17,21)
El séptimo color expresa la unidad que es posible lograr en la tierra entre los diferentes miembros, en profunda comunión y por diferentes medios. El violeta engloba todo lo que tiene que ver con la comunicación, los medios para conectarse con los demás, para agrandar el corazón a las dimensiones de la humanidad. Aquí están todas las características principales del amor según Chiara Lubich, que, cuando se viven en armonía, favorecen la relación con Dios y con el prójimo.
El río y los misioneros
El río en el escudo es representado con la franja azul, como la puerta de entrada de la Buena Nueva en nuestra tierra traída por los misioneros. Los misioneros simbolizados en el escudo son tres, surcando las aguas en la barca de la Iglesia: santos Roque González (nuestro primer santo paraguayo), Juan Del Castillo y Alonso Rodríguez.
Ellos dieron sus vidas para testimoniar con su sangre el amor y la fe incondicional a Cristo y a su Iglesia.
La barca simboliza el compromiso misionero del Pastor, de echar las redes sobre la Palabra del Señor para recoger la pesca abundante para el Reino de Dios.
Simbología de la Virgen María
La inicial «M» en el ángulo superior izquierdo (sic) simboliza a la Santísima Virgen María. Es madre y refugio de los pecadores, «plano inclinado, que conduce a Dios». Las estrellas que rodean la inicial simboliza la virginidad de María, antes, durante y después del parto.
La Cruz procesional arzobispal
La cruz procesional es el signo heráldico del orden episcopal. Puesta detrás del escudo, la cruz de doble travesaño, también denominada «cruz arzobispal». Se emplea como signo distintivo de arzobispos y patriarcas, en tanto que los obispos usan la cruz simple.
Heráldicamente, patriarcas y arzobispos usaron inicialmente la cruz simple, pero ya en el siglo XV los patriarcas adoptaron la cruz de doble travesaño. Desde el siglo XVII además, un gran número de primados comenzaron a utilizar la misma doble cruz y en la actualidad los arzobispos han asumido igualmente su uso heráldico».
En la entrada de ayer mencionamos una consulta heráldica doble, enviada desde Buenos Aires y respondida por la revista Mundo Hispánico en enero de 1965. Publicamos hoy la segunda parte de la respuesta, referida al escudo de los Betes.
Uría y Betes son apellidos no tan difundidos en la Argentina.
Unas armas muy bonitas, sin dudas. Mañana publicaremos la segunda parte de la respuesta de Mundo Hispánico, referida al escudo de los Betes.
Su escudo institucional es un cuartelado. 1° de plata, una cruz latina de gules. 2° de gules, un cáliz de oro con una hostia (mdia visible) radiante de plata. 3° de azur con las iniciales BCA de plata en la parte superior. 4° de plata, un libro abierto de lo mismo con borde de sable. Filiera general de oro. Una banda flotante de oro que lleva el nombre del colegio brochante sobre parte de los campos inferiores.
El Club Deportivo Mandiyú es una institución futbolística fundada el 14 de diciembre de 1952 en la ciudad de Corrientes.
Fue fundado por iniciativa de directivos y obreros de la empresa desmotadora de algodón Tipoití S.A. Se llamó originalmente con ese nombre (Empresa Deportiva Tipoití) pero como no se aceptaban nombres con firmas comerciales, fue bautizado con el nombre "Mandiyú" que significa 'algodón' en guaraní.
Una institución de nombre similar (Club Social y Deportivo Textil Mandiyú), comúnmente conocido como Textil Mandiyú, fue también un club de fútbol correntino fundado en diciembre de 1998 y se fusionó con el Club Deportivo Mandiyú en junio de 2016. Este era su símbolo:
El 10 de noviembre de 2011, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, nos ocupamos del escudo episcopal de monseñor Adolfo Servando Tortolo.
Mostramos entonces una versión en blanco y negro que correspondía a la epoca de Tortolo como Obispo de Catamarca, cargo que desempeñó entre 1960 y 1962. Anteriormente había sido Obispo Titular de Ceciri y Auxiliar de Paraná, habiendo recibido la ordenación episcopal el 12 de agosto de 1956. Volvió a la sede de Paraná, como segundo Arzobispo, a fines de 1962 (algunas fuentes señalan que tomó posesión en enero de 1963). Fue también Vicario Castrense entre 1975 y 1986.
Vitrales heráldicos en la esquina de José Bonifacio y Emilio Mitre. Las primeras fotos son de marzo de 2018; las que siguen, de febrero de 2023.
Anteojito, el querido personaje de García Ferré, vestido como soldado romano y portando un escudo en que se ve la imagen de Pichichus.
Con humor, en el Día del Niño.
En la versión que adjuntaba la revista Mundo Hispánico a esta respuesta, hemos visto el escudo aquí descripto al comenzar esta entrada.
Lo hemos buscado en la Red con sus esmaltes:
En la Argentina el apellido Basualdo está difundido, y muy ligado sobre todo al apellido Ortiz. Los Ortiz Basualdo son una importante familia de la aristocracia porteña y fueron propietarios de cuatro señoriales palacios en Buenos Aires:
«el de Cerrito y Arroyo, que remata la elegante Plaza Pellegrini y es testigo de cocteles franceses...
Palacio Ortiz Basualdo - Zapiola, de Cerrito y Arroyo, actual sede de la Embajada de Francia |
...el de Libertador y Billinghurst, que quita el aliento de quienes transitan una de las mayores avenidas de la ciudad...» ¹
Palacio Alvear - Ortiz Basualdo, de Libertador y Billinghurst, actual sede de la Embajada de Italia |
...y otros dos que ya no existen.
Un pariente de los Ortiz Basualdo, Roberto Ortiz, fue Presidente de la Nación. Al escudo que le correspondería a Roberto Ortiz nos referimos en la entrada del 5 de febrero de 2022, en que indirectamente hablamos del escudo que compartimos hoy
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¹ Tomás Estanislao Dardanelli, «Un Ortiz Basualdo en el Sillón de Rivadavia». Boletín del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, número 297, julio de 2021 (citado en la entrada del 5/2/2022)
Viejas diapositivas familiares. Hacía décadas que estaban arrumbadas. En diciembre del año pasado decidimos mirarlas nuevamente, y nos encontramos con varias sorpresas... algunas de ellas de naturaleza heráldica.
En la caja, como vemos, estaban claramente indicadas las coordenadas de tiempo y lugar: agosto de 1971, la Exposición Rural (que se celebraba y se sigue celebrando en el predio de Palermo). Las fotos cumplen 52 años en estos días.
Entre varias fotos interesantes, había un par de un aviso de cigarrillos Muratti (creemos que ya no existen, al menos en la Argentina): una gigantesca marquilla que muestra el símbolo de la marca, que tiene un estilo heráldico.
José de San Martín es la localidad cabecera del departamento Tehuelches, en la provincia de Chubut.
Siguiendo a grandes rasgos lo señalado en su momento por el sitio heráldico de Walter Van Meegroot, describiremos el escudo de esta localidad.
«Forma: español de finales del siglo XVIII; cortado; filiera de oro».
1°: En el jefe, sobre tapiz de azur, un sol pleno de oro con veintidós rayos y tres nubes de plata, la central brochante sobre el sol y cargada de la palabra "Municipalidad" en letras de sable. Tres cerros de su color; de entre el primero y el segundo nace un palo ondeado irregular de azur-celeste que llega hasta la punta.
2°: Un campo de sinople con un guanaco de su color a la diestra y un ovino de plata a la siniestra, enfrentados, uno a cada lado del palo ondeado; a sus pies hay una divisa que reza "José de San Martín" y en punta se lee "Chubut".
Ornamentos exteriores: Movientes del corazón, dos astas que exceden el blasón por lo alto, de donde penden en los flancos dos banderas ondeantes terciadas en franja de azur y plata.
Evidentemente se muestra en el escudo la situación topográfica de la localidad y su paisaje, con cerros, río, campo, cielo límpido, sol, animales de la zona y ubicación. El emblema tiene varias fallas en términos heráldicos.
Fotos tomadas en 2015.