La Heráldica municipal argentina abunda, lamentablemente, en ejemplos de escudos esperpénticos, verdaderos horrores heráldicos que hieren el buen gusto y lastiman la vista.
En el escudo de Pergamino tenemos un ejemplo de lo que acabamos de decir. Sin ningún respeto por las normas heráldicas, yuxtapone elementos de un modo confuso y abigarrado, sin gracia ni armonía. Uno se pregunta en qué estaban pensando el autor de este galimatías y los miembros del jurado que aprobaron el escudo en 1965.
De un sitio dedicado a Pergamino (aunque se nota la pluma de Walter Oscar van Meegroot) transcribimos la descripción y explicación de este desafortunado emblema.
«Forma: cuadrilongo con los ángulos superiores escotados simétricos, los inferiores redondeados y apuntado, grueso filete de sable.
Trae sobre campo único tapiz terciado en franja de azur celeste, plata y azur celeste.
En el centro un pergamino de plata y filete de sable con once rollos doblados hacia adentro que dibuja el contorno de un mapa cargado con diversos muebles de plata delineados de sable: en la parte superior una atalaya con una escalera de azur un rancho y un poste con una bandera flameante en la cima, sobre una empalizada en cuadrado de púrpura, de donde parten dos cordones ondulados de azur uno superior y otro inferior que llega hasta el borde del pergamino, en la parte inferior sobre una misma línea de diestra a siniestra el perfil de una iglesia con su campanario sobre escalinata de oro, un edificio oficial y otros de varios pisos, cargados con una rueda dentada de púrpura, un caduceo con vara de sinople sobre un yunque, y la cabeza de un vacuno de su color, más abajo un tintero y una pluma de oro.
En el cuartel siniestro de la franja del jefe y desde detrás del pergamino una planta de maíz foliada de sinople y una mazorca de oro disminuido de sable y en el flanco siniestro tres espigas de trigo de oro.
Ornamentos: una fina divisa de plata y forro de sable, ondulada con los extremos plegados sobre sí misma y cortados en ángulo con un grito de tres palabras en letras capitales romanas de sable cruzando el blasón sobre la franja de la punta».
«SIMBOLOGÍA
El escudo tiene como fondo la enseña patria y el dibujo de un pergamino, cuya forma es precisamente el contorno del partido que está cruzado por el arroyo.
En la parte superior, aparece el fortín, como símbolo de los orígenes del pueblo. En orden descendente, se encuentran los siguientes símbolos: El caduceo representando el comercio. Una cabeza de res, representando la ganadería. Una rueda dentada, representando la industria. Una bigornia, representando el trabajo. El tintero y la pluma, la cultura. El maíz y el trigo, la agricultura. Lo espiritual, representado por la Iglesia. El presente, representado por el perfil del Palacio Municipal y una propiedad horizontal. El futuro representado por grandes rascacielos. En la parte inferior, el lema "Cultura-Trabajo-Progreso"».
El diseño del escudo de Pergamino pertenece a Rodolfo Mancuso Pinto. Fue elegido, entre 67 trabajos, por un jurado integrado por el doctor Alberto de Miguel, el arquitecto Raúl Alberto Rossi y el profesor José Esteban; fue aprobado el 31 de agosto de 1965.