sábado, 16 de junio de 2012

Escudo de monseñor Santos Abril y Castelló

Por cerca de tres años, entre 2000 y 2003, el español Santos Abril y Castelló fue Nuncio Apostólico en la República Argentina.  En tales funciones le tocó vivir entre nosotros la gran crisis de 2001, y participó de las polémicas por la construcción de un hotel de lujo en un terreno lindante con la Nunciatura, en violación de la Convención de Viena.

También durante su período como Nuncio fue el consagrante principal de varios obispos argentinos: monseñor Lona (actual Obispo de San Luis), monseñor Malfa (de Chascomús) y monseñor Suárez (de Gregorio de Laferrére), así como  co-consagrante de monseñor Stanovnik (actualmente Arzobispo de Corrientes).

Había nacido en 1935 y fue ordenado sacerdote en 1960. En  1985 (en un día tal como hoy, 16 de junio) fue nombrado Arzobispo Titular de Tamada. Lo consagró el cardenal Agostino Casaroli, también vinculado con la Argentina, como vimos en la entrada del 3 de mayo de 2011.

Ejerció como Pro-Nuncio en Gabón, en Camerún y en Guinea Ecuatorial, y como Nuncio en nuestro país, y en Yugoslavia,  Eslovenia,  Bosnia-Herzegovina y Macedonia.

En enero del año pasado fue nombrado Vicecamarlengo de la Iglesia, y desde noviembre es también Arcipreste de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, el grandioso templo mariano  especialmente vinculado con España, cuyos Reyes son Protocanónigos Honorarios del Cabildo de  la Basílica desde el siglo XVIII.

Estatua de Felipe IV de España
en el pórtico de la Basílica de Santa María la Mayor

En el último consistorio, en febrero pasado, fue creado Cardenal Diácono del Título Diaconal de San Ponciano.

Del sitio de la diócesis de Celje, en Eslovenia -en una nota con motivo de su despedida como Nuncio en aquella nación,  en enero de 2011- obtuvimos su escudo episcopal. 



En el título de esta entrada hemos puesto "Escudo de monseñor..." y no "Escudo del cardenal...", porque aunque Santos Abril y Castelló es cardenal desde hace cuatro meses, el escudo que pudimos hallar no es el cardenalicio, sino el archiepiscopal, como se ve claramente por el color del galero y las borlas.

De oro, una banda de azur; acostada de una estrella de plata de seis puntas a  siniestra y de  torre de plata a diestra.  No deja de llamar la atención la flagrante violación de la ley que prohíbe "metal sobre metal".

Los demás ornamentos exteriores son los habituales en armas arzobispales.

El lema dice "Por la Iglesia con Pedro", fórmula de adhesión a la figura del Sumo Pontífice y a la Iglesia santa.

El aniversario de su ordenación episcopal, que celebramos hoy, y su reciente incorporación al Colegio Cardenalicio,  justifican ampliamente esta entrada de hoy.

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