Ernesto José Fernández, nacido en 1966, fue ordenado sacerdote en 1990 para la diócesis de Rosario. En mayo pasado fue designado Obispo Titular de Deulto y Auxiliar de Rosario.
Recibió su ordenación episcopal el viernes pasado, 4 de agosto.
Con sus propias palabras, monseñor Fernández –integrante del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt y de de la familia del Santuario de la Santísima Trinidad en Rosario–explica su lema y su escudo.
En el centro del escudo episcopal se encuentra el Santuario de Schoenstatt y, arriba, una “M”; también, una cruz que a la vez representa una “T” y una “A”, recordando el título con que en el movimiento de Schoenstatt se nombra a la Virgen: Mater Ter Admirabilis (Madre Tres Veces Admirable).
«Entiendo que en mi ministerio el carisma de Schoenstatt tiene un lugar fundamental. En él se reconoce el lugar objetivo de la Virgen María en el plan de la redención, como colaboradora permanente de Cristo y como pedagoga del Evangelio. Y el Santuario, como una oportunidad de sanar el desarraigo característico de este cambio de época».
«Sobre el Santuario se ve un triángulo, que en el movimiento de Schoenstatt representa “El ojo del Padre”, y es un símbolo que nos recuerda que debemos vivir, bajo la mirada del Padre, la “confianza práctica en su Divina Providencia”, que es otro de los pilares de nuestra espiritualidad».
«También aparece la flor de lis. En mi caso me recuerda al lirio, que es un símbolo que acompaña las representaciones de San José. Él es mi patrono personal, ya que nací en su día. Y es mi anhelo imitar su servicio sencillo a Jesús y la Virgen».
El obispo eligió como lema episcopal “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14, 9), el cual, según explicó, está configurado –al igual que su escudo– por la misión de Schoenstatt: “Educar personalidades paternales que transparenten a Dios”.
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