sábado, 15 de julio de 2023

Propuesta de escudo para el nuevo Arzobispo de Buenos Aires

A fines de mayo, cuando acababa de ser anunciado el nombre del nuevo Arzobispo de Buenos Aires -quien hoy toma posesión de la sede porteña- se comunicó con nosotros Rodolfo de Contreras, Licenciado en Historia, desde el interesante perfil de Instagram Heráldica de Chile, que nosotros seguimos y recomendamos visitar y seguir.


El mensaje era este:

Hola, ¿cómo va todo? Ayer estuve entretenido dibujando una propuesta de blasón para el nuevo arzobispo de Buenos Aires, con base en el sello que suele usar. Como mi propuesta refiere a una pieza heráldica para un armígero argentino, no creí adecuado compartirla en el feed de heráldica de Chile, pero se las hago llegar, por si a alguien le interesara tal asunto. ¡Saludos!

Este es el sello al que me refiero: 

 

A este triste y deslucido emblema  nos referimos brevemente en  nuestra entrada del 4 de septiembre de 2019, cuando monseñor García Cuerva era Obispo Auxiliar de Lomas de Zamora. Lo llamamos entonces "simbolito inexpresivo y gris". (Pero un sutil y lúcido comentario anónimo llegó y fue publicado en aquella entrada hace pocos días: «En realidad cumple perfectamente con el propósito de la heráldica que es transmitir un mensaje resumido en figuras y esmaltes. Este "escudo" es lo que es nuestro nuevo obispo»).

De un sitio oficial extractamos la información que sigue (replicada luego en otros sitios) acerca de este simbolito.

El emblema episcopal del Obispo está formado por cinco símbolos: la cruz, el báculo, la tierra, el techo de chapa y la estrella.
La cruz expresa el inmenso amor de Jesús que entrega su vida por todos los hombres. En la cruz de Cristo se renueva la fe en el Dios de la Vida, que vence a la muerte con su resurrección (...). El báculo del pastor, que está unido a la cruz, expresa el deseo (...) de vivir unido a los crucificados de hoy, acompañando sus sufrimientos, sus tristezas, sus luchas y sus esperanzas (...). La cruz y el báculo están metidos en la tierra, clavados en ella. Así se expresa el compromiso pastoral (...) con la realidad concreta: ser en ella un discípulo misionero, asumiendo sus desafíos y acompañando el caminar de la Iglesia. (...) Las chapas refieren a las villas, a la realidad de la pobreza (...). La estrella simboliza a la Virgen María (...). Ella, como Madre, acompaña el momento de la cruz y muerte de Jesús; también hoy acompaña las situaciones de cruz de todos sus hijos. María ilumina nuestras vidas, especialmente nuestras noches oscuras de dolor.


La propuesta que nos llega desde Heráldica de Chile es mucho más digna y bella:



Recogiendo los elementos esenciales del escudo, imagina un campo cortado de azur y sinople; añade una cruz latina de oro brochante sobre la partición,  cuya parte superior asume la curvatura de un báculo de plata. Del brazo horizontal surge el "techo de chapa", de plata. En el campo superior,  a diestra, una estrella también de plata. 

Finalmente, como corresponde, el escudo tiene los ornamentos exteriores propios de un arzobispo (capelo de sinople de diez borlas por lado, cruz arzobispal de oro acolada en palo, palio que cae por la parte inferior). 


El diseño que nos llega desde el hermano país trasandino suma además el lema episcopal en la lengua oficial de la Iglesia. El lema proviene del libro de Tobías (4, 7) y es un consejo de su padre: «No apartes tu rostro del pobre». En el sitio oficial del Vaticano la frase está vertida así:  «Noli avertere faciem tuam ab ullo paupere».

García Cuerva, nacido en 1968, fue ordenado sacerdote en San Isidro en 1997. En 2018 fue consagrado obispo. Fue Auxiliar de Lomas de Zamora por menos de un año y luego Obispo de Río Gallegos desde 2019. Hoy asume como Arzobispo de Buenos Aires.

Agradecemos nuevamente a Rodolfo, de Heráldica de Chile, autor del escudo que hoy estamos compartiendo aquí.

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