jueves, 8 de diciembre de 2022

Escudo del Colegio de la Inmaculada Concepción, de Santa Fe (1 de 3)

En el día de la Inmaculada Concepción, compartimos esta información -tomada del sitio web institucional, con algunas correcciones gramaticales propias- sobre el escudo del célebre colegio que lleva ese nombre en la ciudad de Santa Fe. Mañana y pasado mañana ampliaremos la información acerca del escudo que usa esa escuela histórica.

«Hasta 1900 el Colegio no contaba con escudo propio, ya que el usado eran las iniciales I.H.S. y el de los dos lobos pardos, que corresponde a la familia Loyola.

Fue el Padre Solá sj quien arbitró en la confección de un escudo para el Colegio, y así, en marzo de 1899, se solicitó del Hermano Juan Coronas sj conocido y apreciado pintor aragonés, que bosquejara un escudo para el Colegio,  que fue utilizado hasta la década del 60.


Entre  1970 y 1980 se comenzó de a poco a unificar la identidad visual de las obras de la Compañía de Jesús en Santa Fe, incluyendo partes del escudo de armas de la casas de Oñaz y de Loyola,  junto a otros agregados».


Hasta aquí, lo publicado en el sitio del colegio. Sobre este primer escudo no hay más información en esa página oficial institucional. Pero el emblema es sumamente interesante, y merece que indaguemos un poco más acerca de él, o al menos arriesguemos algunas hipótesis.

El escudo es un partido y entado en punta, con un escusón circular en la parte superior.  El escudo y el escusón están fileteados en oro.

Los dos campos superiores forman los colores de la Inmaculada, que son los de nuestra bandera: el celeste del cielo y el blanco de la pureza. 

El primer campo, de azur-celeste, tiene cinco símbolos: una paloma de oro auroleada de plata, un sol de oro, un lirio de su color (tallo de sinople, flores de plata) y un orbe de plata (con dos líneas de sable en el ecuador) rodeado por una serpiente de su color. No es arriesgado suponer que ese conjunto de elementos aluden al misterio de la Inmaculada Concepción. 

El mundo rodeado por una serpiente parece evocar el texto bíblico llamado "Protoevangelio", que justamente se lee en la misa de hoy, y cuyo fragmento decisivo a nuestros fines es este:

El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.  Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón» (Gén 3, 14-15).

En efecto, la Virgen Inmaculada, sutilmente aludida en este texto ("la mujer" que aplastará la cabeza del demonio) suele ser representada pisando una serpiente.

Sobre el mundo se ve un sol figurado, y a su vez de la esfera terrestre brota un lirio, que queda brochante sobre el sol.  El lirio es un símbolo de pureza, y por ello representa en primer lugar a la Virgen María.  Algunos textos bíblicos parecen resonar en esa imagen:

En aquel día brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz. Sobre él se posará el espíritu del Señor (Is 11, 1).

¡Destilen, cielos, desde lo alto, y que las nubes derramen la justicia! Que se abra la tierra y produzca la salvación, y que también haga germinar la justicia! (Is 45, 8)

Para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos (Mal 3, 20)

El «vástago» que florece es el «linaje» de la mujer aludida en el Génesis; «el espíritu del Señor» que se posa sobre él está representado por la Paloma, símbolo del Espíritu Santo; el «sol de justicia» al que alude Malaquías es Cristo, anunciado por el Lucero de la Mañana que es María Santísima. 

Mientras los  símbolos del primer campo aluden a la Inmaculada Concepción, que da nombre al colegio, el segundo campo parece evocar el nombre de la ciudad. 

Lo que vemos en ese campo es una alegoría de la Fe, que evidentemente está  haciendo referencia al nombre de la ciudad de Santa Fe.

La Fe es representada habitualmente como una mujer con los ojos vendados («felices los que creen sin haber visto»; «la fe es...la plena certeza de las realidades que no se ven»), a veces tocada con una corona o, como en este caso, con una lengua de fuego sobre su cabeza (la luz de la fe).   Lleva una gran cruz latina en su diestra (símbolo de la Fe entre las tres virtudes teologales) y sostiene un libro (las Escrituras) y un cáliz y una hostia (la Eucaristía) en la mano izquierda.

El entado en punta, de sinople, reproduce los elementos del escudo provincial en oro. Es decir: la lanza y las dos flechas entrelazadas, atadas con  una cinta de gules, junto con una corona de 19 estrellas, que representan a los departamentos en que está dividida la provincia de Santa Fe. 



Finalmente, el escusón superior, de sinople, trae los símbolos principales del emblema de la Compañía de Jesús:  las iniciales IHS (de azur), la cruz,  de sable, y los tres clavos, de oro.


El escudo se ubica sobre un complejo pergamino lleno de volutas entre las que se lee el nombre de la institución; al pie del escudo, sostenida por una de las volutas, un ramo de laurel.


Un interesantísimo escudo lleno de simbolismos, muy apto para celebrar la fiesta de hoy, en que «se celebran conjuntamente la Inmaculada Concepción de María, la preparación radical (cf. Is 11, 1.10) a la venida del Salvador y el feliz exordio de la Iglesia sin mancha ni arruga» (Pablo VI, Exhortación Apostólica Marialis Cultus, número 3).

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