José Clemente Maurer nació en Püttlingen (Alemania) en 1900 y entró en la Congregación del Santísimo Redentor en 1921. Después de estudiar en Suiza y Luxemburgo, fue ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1925 y enviado a Bolivia, donde se dedicó al trabajo misionero con los indios. Ocupó diversos cargos en su congregación en ese país.
El 1 de marzo de 1950 fue nombrado Obispo Titular de Cea y Auxiliar de La Paz. Recibió su consagración episcopal el 16 de abril siguiente. En 1951 fue promovido a la sede arzobispal de Sucre.
El papa Pablo VI lo creó Cardenal Presbítero del Título del Santísimo Redentor y San Alfonso en la Vía Merulana en el consistorio del 26 de junio de 1967. Maurer fue el primer cardenal de Bolivia.
Renunció a su cargo el 30 de noviembre de 1983. Murió en Sucre a los 90 años. Está enterrado en la Catedral Metropolitana.
Es curioso el diseño del escudo cardenalicio de Maurer. Por el águila y por los colores, parece aludir a su patria natal; por otro lado, muchos escudos que corresponden a linajes de su mismo apellido muestran un muro de ladrillos, con un diseño similar, lo cual seguramente se debe al significado de la palabra Maurer: "albañil":
El escudo nos resulta de difícil blasonamiento; como siempre, convocamos a los expertos que leen este Blog para ayudarnos con eso. Cortado enclavado, 1° de oro, un águila de sable armada, picada y linguada de gules; 2° un muro cuyos ladrillos son alternativamente, algunas fajas de sable y gules, y otras de sable y oro. Cruz arzobispal de oro acolada en palo; galero cardenalicio de gules.
El águila, además de evocar al escudo alemán, tiene resonancias bíblicas, como por ejemplo este fragmento del salmo 103: El Señor «rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila».
El muro, por su parte, nos recuerda espontáneamente esa frase del salmo 17: «Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte». También nos trae a la mente el «muro inexpugnable» que menciona el libro de los Proverbios (18, 11).
Respecto del lema episcopal,
«Dominus Aedificatio Mea», podría traducirse, atendiendo a su sentido y al muro que caracteriza al escudo, como «El Señor es mi fortaleza». Numerosos textos bíblicos podrían argüirse como inspiradores de ese
motto. Por ejemplo:
«mi Dios ha sido mi fortaleza» (Is 49, 5).
Hermoso escudo para esta día en que Dios, siendo fuerte, se hizo débil por nosotros. Feliz Nochebuena.
Buenos días
ResponderBorrarEl escudo se pudiera blasonar así:
De oro, cortado por un muro almenado de gules, mazonado por siete fajas de ladrillo, siendo la primera de sable y gules; la segunda de anaranjado y sable; la tercera de gules y sable; la cuarta de sable y anaranjado; la quinta de sable y gules; la sexta de anaranjado y sable, y la séptima de gules y sable. El muro surmontado de un águila de sable, manchada de plata, armada, picada y lampasasa de gules.
Como vemos, utiliza un color secundario poco usado, el anaranjado. Aún así este escudo es muy bonito y se ajusta a un verdadero modelo heráldico.
Espero que mi blasonaniento sea correcto.
Feliz Nochebuena desde España.
Roberto Bartolomé.
¡Muchas gracias! Feliz Navidad
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