viernes, 17 de enero de 2020

Francisco Grandmontagne

Francisco Grandmontagne  (1866 - 1936) fue un periodista y escritor español, uno de los menos conocidos de la llamada "Generación del 98". Entre 1887 y 1903 vivió en la Argentina, donde publicó varios de sus libros. Fue corresponsal de La Prensa y colaboró con Caras y Caretas.  Primo de Rivera le ofreció en los años 20 la embajada española en Buenos Aires, cargo que rechazó. Murió semanas antes del estallido de la Guerra Civil.

En el número 1228 de Caras y Caretas, del 15 de abril de 1922, se publica esta caricatura, firmada por "Sirio":



Nos llama la atención, por supuesto, el escudo que acompaña a la figura del escritor. 



¿Es un escudo real? ¿Brotó de la imaginación del dibujante? ¿Qué significa? No tenemos respuestas seguras para esas preguntas;  sospechamos que es un escudo ficticio. Podemos, sin embargo, formular algunas hipótesis.

El elemento central del escudo es un campo labrado, con un arado,  en un atardecer. 
Grandmontagne vivió en el campo argentino; sus dos novelas, Teodoro Foronda y La Maldonada, tienen como escenario, al menos en parte, nuestras pampas. La segunda de ellas tiene como subtítulo "Costumbres criollas". Otras obras de Grandmontagne también aluden a nuestra tierra, en la que vivió tantos años.  

Comparando a Grandmontagne con José María Iparraguirre, dice una nota de Caras y Caretas del 11 de diciembre de 1898: «Entre el bardo del Árbol de Guernica y el joven novelista vasco argentino hay una serie de afinidades (...) uno y otro han vivido la vida de nuestros campos, frecuentado á nuestros gauchos, ejerciendo ambos el modestísimo comercio de «pulperos». Casi un año después, en otra nota de la misma revista: «Amante innato de la tierra, prolífica madre, luchó desde la puericia hasta la pubertad, en el seno de la Pampa generosa, que tan pródiga se brinda al trabajo geopónico».

La pluma de escritor, brochante sobre el todo, no necesita explicaciones; tampoco las cintas con los colores argentinos y españoles que ocupan los ángulos superiores. Los soportes son también expresivos: el cóndor nativo y el león español. 

Un resumen de todo lo dicho lo aporta Pablo del Barco, en una nota publicada en el número 351 de los Cuadernos Hispanoamericanos (septiembre de 1979), cuando cita a Machado («Y en la pampa, / hizo su historia conquista. / El cronista / de dos mundos, bajo el sol, / el duro pan se ganaba, / y, de noche, fabricaba / su magnífico español») y agrega: «Así saludaba Antonio Machado a Grandmontagne en la cena homenaje al hispano-argentino». 

¿Y la corona de espinas que obra como timbre? Es más difícil desentrañar su significado específico. En un sentido genérico, alude seguramente a un conjunto de penas y sufrimientos.

Apelamos, como siempre, a la sabiduría de los lectores, para conocer más acerca de este escudo.

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